El presidente de la República, Mauricio Funes, respondió hoy a los comentarios hechos por el expresidente Francisco Flores, quien lo tildó de amanecer cada mañana con una locura nueva.
Flores hizo ayer estos comentarios, luego de que el mandatario revelara que durante su mandato se habría dado una malversación de $10 millones provenientes de cooperación internacional, entregados por el gobierno de China-Taiwán.
Ante la postura tomada por Flores sobre la supuesta malversación, Funes dijo que el expresidente comenzará a tomarle importancia al caso «cuando se inicie un proceso penal en su contra, que es lo que espero la Fiscalía haga en la medida que avancen las investigaciones».
Funes reiteró que tiene pruebas para comprobar las irregularidades en la administración de los fondos, que estarían destinados al Instituto Libertad y Progreso, una oficina que depende de la Presidencia de la República, pero que en aquella época estaba adscrita al Ministerio de Justicia, y que se dedica a la titularización de bienes inmuebles de personas de escasos recursos.
Solicité una información al director del Instituto Libertad y Progreso y no hay ningún registro, desde el año 2000, hasta la fecha de cooperación taiwanesa para ese instituto”, manifestó a lo agregó que si “a eso Flores llama locura, locura me parece a mi haberse metido los $10 millones en el bolsillo”.
El gobernante, sobre el CEL-ENEL, dijo que aunque para algunos medios de comunicación y organizaciones, los acusados en el caso son inocentes, lo que vale es lo que digan los jueces.
Estimó que el expresidente Flores defiende a los funcionarios que participaron en ese caso porque, al fin y al cabo, él es el responsable más importante de lo que ahí pasó.
Funes también se mostró convencido que Flores sabía lo que estaba pasando con el futuro de la geotermia nacional, puesto que «una decisión de esa magnitud no creo que se haya dado sin su conocimiento».
Citó, incluso, que si Flores dice que en los actos de sus funcionarios todo estuvo correcto, es porque él sabía lo que ocurría y que, a pesar de eso, por alguna razón no lo involucraron en el proceso.