El presidente de la República, Mauricio Funes, dijo este jueves que la operación para la defraudación de 10 millones de dólares de la cooperación taiwanesa se llevó a cabo a través de un banco en Miami. Algunos accionistas de este son empresarios salvadoreños.
Añadió que el referido banco, cuyo nombre no proporcionó, fue cerrado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por estar involucrado en accitividades de lavado de dinero. Primero le clausuraron las operaciones nacionales y después las internacionales.
“Le estoy dando la oportunidad al expresidente Flores de que explique qué hizo con esos 10 millones de dólares”, puntualizó el mandatario durante la entrevista en Canal 21.
Sin embargo, afirmó que la Fiscalía General de la República es la que tiene el reporte de operaciones sospechosas enviado por el Departamento del Tesoro, por lo que debe actuar y continuar las investigaciones.
En cuanto al caso Cel-Enel, señaló que se estableció un proceso mezquino mediante el cual se vendió un recurso del país a un grupo empresarial internacional.
“Estoy defendiendo la institucionalidad del país”, la cual “está en riesgo”, indicó Funes. Subrayó que la investigación que solicitó a la Fiscalía General de la República y las denuncias que ha hecho en torno a este caso no tienen nada que ver con el proceso electoral.
El gobernante dijo que la administración del expresidente Antonio Saca no tiene responsabilidad en este caso. Este se comenzó a fraguar durante el gobierno de Armando Calderón Sol, pero fue en el período de Francisco Flores que se concretó.
En cuanto a los señalamientos del diputado Edwin Zamora de que en el país se vender energía cara, de ARENA, afirmó que este no tiene solvencia moral para criticar porque es accionista de una empresa que vende electricidad a precios superiores de los que están en el mercado.