En las campañas electorales de años anteriores era usual la “pinta y pega” y las riñas entre simpatizantes de partidos políticos en contienda electoral. Aunque esta última práctica no ha desaparecido, ahora los ataques verbales son más frecuentes en redes sociales, como Twitter y Facebook.
Diariamente se observa a correligionarios y dirigentes de los diferentes partidos en el ciberespacio. Este ofrece las ventajas de los blogs, las redes sociales y la mensajería instantánea.
Los candidatos presidenciales tienen cuentas abiertas en Facebook y Twitter. Por este medio convocan a conferencias de prensa y en algunas ocasiones exponen sus puntos de vista en torno a determinado tema. Pero el uso de las tecnologías digitales para fines electorales todavía es rudimentario en el país.
Las redes sociales permiten a los usuarios estar en contacto en tiempo real con las personas de su interés. En El Salvador los partidos políticos se están aprovechando de esta herramienta y la utilizan muchas veces para campañas sucias, según Christian Guevara, director de Grupo Plan B.
Guevara afirma que la tecnología digital tiene la misma importancia que los medios de comunicación tradicionales, especialmente en algunos segmentos de la población como los jóvenes y adultos jóvenes. “Es tan valiosa que en los próximos años se va consolidar como medio de comunicación más importante”, agrega.
Indica que las dos redes que se utilizan con mayor fuerza en El Salvador son Facebook y Twitter. La primera tiene actualmente 2 millones de cuentas creadas. La segunda, no tiene una cifra exacta pero ronda entre 250 y 400 mil registradas.
“Estamos a años luz de utilizar de manera eficiente las redes sociales en las campañas electorales en el país. Todavía los asesores de los partidos ven la publicidad únicamente vinculada a los medios tradicionales. Ocupan las plataformas digitales como un acompañamiento, una moda, o hacen mal uso de ellas con las campañas negras”, enfatiza el director de Grupo Plan B.
Uno de los aspectos negativos de las redes sociales como Twitter es que permiten el anonimato. Se pueden crear cuentas falsas y atacar políticamente desde ellas. Esta práctica resta credibilidad a los partidos políticos y a sus candidatos, quienes deberían utilizar el ciberespacio para presentar sus programas de gobierno e interactuar con la gente y fomentar debates sanos, considera Guevara.
Debilidades de candidatos en redes sociales
Los aspirantes a la silla presidencial Norman Quijano, de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA); Salvador Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y Elías Antonio Saca, de la coalición UNIDAD, están usando las redes sociales, aunque de una forma limitada.
Para Christian Guevara, el candidato Quijano ha hecho una buena campaña publicitaria en los medios tradicionales, pero está muy débil en Twitter. “El no interactúa y es evidente que otra persona es la que está respondiendo de manera institucional. Le falta mucho en este aspecto”, subraya.
Mientras, Sánchez Cerén ha tenido iniciativas en temas de blog, creando plataformas como medios alternativos. Tiene un buen departamento de prensa que produce sus propios productos publicitarios en redes sociales. Pero no hay interacción entre el candidato y los internautas, puntualiza.
En el caso de Antonio Saca, de UNIDAD, este es el único que tiene una percepción de que mantiene una interacción en Twitter. Podría ser que la persona responsable de aplicación en la web sea de mucha confianza del postulante y responde muchas veces casi de manera inmediata, dice el director de Grupo Plan B.
Los tres candidatos, sin embargo, no están obteniendo mayor provecho de las redes sociales. El activismo en línea es rudimentario. Por ejemplo, no cuentan con aplicaciones específicas para móviles mediante las cuales podrían tener un mayor acercamiento con sus militantes y simpatizantes, de acuerdo con Guevara.
Sostiene que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es un ejemplo a nivel mundial de la efectividad de las redes sociales en las campañas políticas.
Por medio de la Web, según publicaciones especializadas en el tema, Obama obtuvo una contribución de más de 300 millones de dólares por parte de más de un millón de donantes; la creación de más de 50.000 eventos a lo largo del país y estrategias de seducción de votantes indecisos.