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El Presidente Mauricio Funes denunció esta mañana que un expresidente de la República, y varios de sus exfuncionarios recibieron una fuerte donación de dinero de una empresa europea de energía, fondos que usaron para desestabilizar a su gobierno.
Se trataría de unos $10 millones que ingresaron a una fundación que el exgobernante salvadoreño mantiene en Estados Unidos.
Por ese dinero, el exmandatario y sus colaboradores no pagaron los impuestos en Estados Unidos. Por ello los estarían investigando por lavado de dinero y por no pagar tributos internos en ese país.
Las revelaciones las hizo hoy el Presidente Funes como una reacción al hecho de que el Fiscal General de la República, Luis Martínez, insinuara que el mandatario es un intrigante político.
Funes denunció el sábado, durante su programa radial, que un expresidente, y varios ex colaboradores, eran investigados por lavar $10 millones y no pagar impuestos en Estados Unidos.
Ese día Funes le pidió al Fiscal Martínez que le explicara esos hechos al país. La reacción del Fiscal General fue decir que el gobernante participaba de una intriga política.
Ante eso, aunque no nombró al expresidente salvadoreño, Funes se destapó ayer después de la inauguración de un tramo de carretera en Jayaque, departamento de La Libertad.
Funes aseguró que con los $10 millones que se financió una operación que involucró la contratación de firmas de cabilderos que hicieron campaña en Washington, para que el Senado de los Estados Unidos no apruebe el Fomilenio II.
El Fomilenio II significaría que El Salvador recibiría poco menos de $300 millones para ejecutar programas públicos.
Durante el gobierno de Antonio Saca, el gobierno salvadoreño recibió $400 millones para construir la carretera longitudinal del norte.
Funes dice que los 10 millones de dólares provienen de una empresa europea que se dedica a la energía eléctrica.
«Con estos fondos se ha financiado también todo un lobby a favor de empresas internacionales que tienen demandado al Gobierno de El Salvador, por lo que ellos llaman incumplimiento de contrato, y aquí van empresas de energía, empresas que se dedican a la exploración y explotación minera», añadió.
Una de las empresas que demandó al gobierno es la firma italiana de energía ENEL. Esa compañía quiere apoderarse del 52 por ciento de las acciones de LAGEO, alegando que invirtió, como socio del Estado, más de $100 millones.
Funes siempre ha alegado que la participación de esos italianos significa el “robo del siglo” porque la compañía estatal vale más de mil millones de dólares.
Traición a la Patria
El gobernante llamó “traidores de la Patria” a quienes están detrás de la maniobra mediante una entidad que opera en Washington.
Funes también mencionó a una empresa minera que, igualmente, mantiene demandado al gobierno por cesarle una concesión de explotación.
El presidente incluyó en esas maniobras al partido ARENA porque dijo que del dinero que el ex gobernante recibió en Washington, el partido opositor tiene contratados a columnistas, asesores de imagen, expertos en terrorismo cibernético y estructuras de inteligencia.
Para él, los dineros se usan también para hacer campaña sucia.
“Hacer lobby para que no se apruebe el Fomilenio II es traición a la Patria.”, aseguró.
Funes dejó entrever que toda la información sobre ese dinero la conoce el Fiscal Luis Martínez.
De acuerdo con su versión, en el traslado de los $10 millones participaron varios bancos. “Yo no niego que una parte de eso haya ido a parar a los bolsillos del expresidente y de los exfuncionarios”, dijo el mandatario.
“Lo que no acepto es que se diga que eso es intriga política. Lo que impuestos internos de Estados Unidos está tratando de hacer es recuperar los impuestos que no se pagaran en ese país”.
Supuestamente, el ex presidente salvadoreño tiene una institución en Estados Unidos que recibió los $10 millones y no pagó impuestos por la totalidad de esa suma.
Por eso lo investigan por lavado de dinero y no pagar tributos. La donación, según Funes, la recibieron de una empresa dedicada a la energía en Europa.
ARENA sin cuidado
Ernesto Muyshondt, vicepresidente de Ideología de ARENA, respondió ante las acusaciones hechas por Funes, las que calificó de “irresponsables, calumniosas, y difamatorias”, que no tienen ningún sustento ni fundamento.
“Él (Mauricio Funes) como tiene fuero sabe que no podemos procesarlo. Él debería pensar que en pocos meses ya no va a ser presidente de la República. Se va a convertir en un ciudadano común y corriente”, sostuvo.
Ante las fuertes declaraciones en las que Funes sigue sin mencionar el nombre del expresidente, pero que vincula en buena parte al expresidente de la República, Francisco Flores, Muyshondt dijo que su partido no le da validez alguna a lo que pueda decir el mandatario.
En cambio, añadió el dirigente de derecha, las acusaciones parecieran “un producto de la desesperación y envidia”.
“Qué diera el presidente Funes de haberle llegado siquiera al talón a Flores…Me imagino que es parte de la frustración y pareciera que tienen una fijación obsesiva con el expresidente Flores”, comentó Muyshondt no sin antes aclarar que las palabras del presidente no dañarán la campaña electoral de Norman Quijano, de la que Flores es asesor.
“Yo creo que eso no afecta a nuestra campaña, creo que hasta más levanta a nuestro partido. Eso no tiene sin cuidado. Lo veo lamentable que el presidente se rebaje, como lo está haciendo”, manifestó.