Los habitantes de la comunidad 10 de Octubre, en el distrito de San Marcos, en San Salvador Sur, mostraron su aprobación a la implementación del cerco militar desplegado este lunes por la madrugada por el Gabinete de Seguridad del Gobierno de El Salvador.
La medida, ordenada por el presidente de la República, Nayib Bukele, fue vista con buenos ojos por los residentes que presenciaron la llegada de dos mil elementos de la Fuerza Armada de El Salvador y 500 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).
El procedimiento tiene por objetivo ubicar a los pandilleros que todavía se ocultan en la zona que, durante décadas, fue controlada por la pandilla MS13. Para ello, realizan rondas de patrullaje continuos y registros de ciudadanos, residencias y vehículos.
Guadalupe Nieto, una vecina de la comunidad, indicó que años atrás vio de primera mano cómo los pandilleros circulaban por la zona realizando actividades ilícitas.
“Estaba bien mal, bien llena de muchachos que uno veía cuando venían a vender en sus carros. Se veía feo y se sentía bien feo. Al final uno solo tenía que ver, oír y callar”, dijo Nieto a Diario1.com.
Y continuó: “Los que eran de aquí, ya nos conocían, no nos hacían nada. Sí acosaban a los despachadores de la Coca-Cola, de los que venden Bimbo y así les ponían pidiendo renta. Uno no podía decir nada”, añadió.
Fuentes oficiales confirmaron que los elementos de seguridad contaban con una lista de personas vinculadas a pandillas, son su descripción física, nombre y número de casa.
Una vendedora, que se identificó como Patricia Hernández que se dedica a comercializar alimentos y ropa en la comunidad, dijo que aprobaba las acciones implementadas con el cerco de seguridad, que se ha sumado a la presencia de soldados incluso antes de su implementación.
“Está bien lo que están haciendo, sabe por qué. A veces nosotros de madres somos sinvergüenzas, cubrimos a nuestros hijos y eso no tiene que ser así. Si queremos vivir la vida en paz, tenemos que corregir a nuestros hijos desde cero. Porque en la calle hay de todo. Si su hijo sale de la casa, tiene que enseñarle los valores”, valoró la vendedora.
Hasta el momento, las autoridades de seguridad no han reportado capturas.
Los cercos militares y policiales, amparados en un régimen de excepción, forman parte de la “guerra contra las pandillas” que lleva a cabo el gobierno de Bukele.
A finales de marzo de 2022 se aprobó el régimen de excepción tras el asesinato de 80 personas en un fin de semana.
Según el gobierno, el régimen de excepción ha permitido una reducción del número de homicidios y la captura de más de 81,900 supuestos pandilleros.