miércoles 30 de octubre del 2024

La bestia de Morazán: violó a una niña, la grabó y vendió el video

por Redacción


Un habitante de la zona alertó que el hombre estaba vendiendo el video.

Un hombre fue condenado a 37 años de cárcel por violar a una niña, grabar en video el acto bestial y posteriormente vender el video.

Así lo informó la Fiscalía General de la República (FGR) y agregó que el hombre que cometió este delito es Pedro Hernández, quien ya fue condenado a 37 años de cárcel por violar a su hija de 12 años.

Entre abril y junio de 2022, según la Fiscalía, “este sujeto se aprovechó de la confianza y el vínculo que tenía con la víctima. La llevó a un terreno rústico ubicado en el caserío La Mora, municipio de San Simón, Morazán y abusó sexualmente de ella mientras grababa con su celular el acto”.

El Ministerio Público añadió que un habitante de la zona escuchó que el imputado estaba comercializando el video y alertó a las autoridades sobre los hechos.

Habitantes del lugar, quienes están horrorizados por este caso, han apodado a Pedro Hernández como “La bestia de Morazán”.

violo a hija

De acuerdo con Unicef, en El Salvador, según cifras oficiales, cada día, al menos 11 niñas, niños y adolescentes son víctimas de violencia sexual. Como en muchos otros países, no conocemos la verdadera dimensión del problema debido al subregistro de abuso y agresiones sexuales que no se denuncian por desconocimiento, desconfianza ede las instituciones, miedo, o vergüenza.

El problema es más acuciante para niñas, si se toma en cuenta que 6 de cada 10 víctimas que denunciaron delitos contra la libertad sexual en El Salvador en 2018, fueron niñas y adolescentes mujeres, añade Unicef.

Según especialistas del Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard, cuando las niñas y niños enfrentan adversidades como la violencia sexual, da lugar a la aparición de estrés tóxico, el cual puede incidir en cambios permanentes en la estructura y funcionamiento cerebral, con efectos mentales, emocionales y físicos debilitantes de por vida, que pueden no manifestarse hasta la edad adulta.