Tras casi cuatro años de litigios legales, el neurocirujano Hugo Enrique Castro Cordero enfrentará la vista pública por el homicidio culposo de Elva Castillo Berríos Hernández, quien habría sufrido una mala praxis en un proceso quirúrgico ejecutado por el galeno.
Luego de desfilar por los juzgados Cuarto de Paz y Segundo de Instrucción de San Miguel, respectivamente, el juicio será conocido por el juez de sentencia de dicha ciudad, el exmagistrado de la Sala de lo Constitucional, Edward Sidney Blanco.
Algunas fuentes con conocimiento del caso, sostienen que el juez Blanco estaría inclinando su fallo a favor de absolver al acusado, debido a que ha admitido una pericia presentada por la defensa, afuera del plazo legal establecido.
Los familiares de la víctima creen que dicha estratagema pondría en duda las conclusiones de la autopsia y otras pericias practicadas al cuerpo de Elva Castillo, que ya de por sí fueron cuestionadas por la defensa del acusado en la audiencia preliminar, una instancia en la que no está autorizado el debate de pruebas.
En el expediente del caso consta que Elva Castillo acudió a los servicios de Enrique Castro, debido a un incesante dolor en una de sus vértebras. Luego de todos los análisis pertinentes, se intentó tratar el padecimiento con analgésicos en inyecciones de infiltración, que no lograron su cometido.
Fue entonces cuando Castro propuso un procedimiento quirúrgico no invasivo y de carácter ambulatorio (que no requeriría ingreso hospitalario) para tratar el dolor: introducir cemento en la fractura que presentaba la vértebra de la paciente, mediante la ayuda de rayos X.
El procedimiento, llevado a cabo el 28 de septiembre de 2017, salió mal debido a que el cemento no solo infiltró la vértebra afectada, sino que traspasó el canal medular, haciéndole perder a la paciente la movilidad en sus piernas y a afectarle la circulación sanguínea, una vez se cristalizó.
Un análisis de rayos X practicado a Elva Castillo arrojó que tenía cemento en la médula, a lo que Enrique Castro ofreció realizar una cirugía para verificar lo que mostraban los análisis, pero sin garantizar resultados. Debido al alto costo del tratamiento, la familia de Castillo pidió que la refirieran al Hospital Rosales.
Ya en San Salvador, los médicos le dijeron que el daño era irreversible y que por su edad y condición de salud, no podría soportar una cirugía de entre seis a ocho horas. Elva Castillo falleció en octubre de 2017 a los 79 años de edad.
El juicio contra el neurocirujano iniciará este martes y se especula con el posible fallo a favor del acusado, ya que se dice que su padre es un reconocido médico y exforense, quien habría asegurado mover “todas sus influencias” para lograr que su hijo saliera inocente.