Eran pasadas las cinco de la tarde y Juan (nombre ficticio) caminaba sobre una vereda del cantón Zapúa, municipio de Jujutla, Ahuachapán.
De pronto fue interceptado por un grupo de pandilleros. Uno de ellos le puso un arma de fuego a la altura de la cabeza. Lo sometieron y comenzaron a golpearlo entre todos. Patadas y puñetazos, una y otra vez.
Luego lo obligaron a cruzar el río Zapúa. La víctima se puso de pie y comenzó a caminar.
Cuando había avanzado, y por temor a que le dispararan, corrió hacia una montaña donde se perdió entre los montarrales y árboles.
Nunca más lo volvieron a ver. Desapareció.
La Fiscalía General de la república inició una investigación y capturó a Mauricio Alberto Dueñas Calvillo, pandillero que opera en el cantón Zapúa, municipio de Jujutla.
Lo acusó por el delito de atentados contra la libertad individual agravado en perjuicio de una persona que desde el 18 de marzo de 2018 se encuentra desaparecida.
El Tribunal de Sentencia de Ahuachapán lo condenó a ocho años de prisión luego que la Fiscalía presentara una serie de pruebas, entre los que se encuentran los resultados de peritajes y evidencia documental