miércoles 30 de octubre del 2024

Operación liberación del Diablo al estilo Pablo Escobar

por Redacción


El pasado 6 de abril, la Fiscalía General de la República (FGR) reveló que Chepe Diablo fue socio del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.

Pablo Escobar, uno de los narcotraficantes más temidos en la historia del narco, tenía una frase para resolver sus problemas: plata o plomo. Ese precepto lo aplicó en todos los procesos judiciales que enfrentó en su país. Su dinero, proveniente del tráfico de cocaína, servía para sobornar y corromper jueces o asesinarlos.

Algunos abogados penalistas encuentran un símil con las prácticas de Pablo Escobar en el caso de José Adán Salazar, alias Chepe Diablo, quien el pasado 21 de mayo fue exonerado del delito de lavado de dinero, de manera repentina, por la Cámara Segunda de lo Penal de San Salvador, integrada por las magistradas Rosa María Fortín y Ana Victoria Martínez de Blanco.

Una fuente que habló con Diario 1 bajo la condición de anonimato aseguró que el intento de exonerar a Chepe Diablo costó $20 millones de dólares.

La Fiscalía General de la República (FGR) reveló el pasado 6 de abril que Chepe Diablo fue socio del narcotraficante colombiano Pablo Escobar y de Amado Carrillo, conocido como El Señor de los Cielos, quien también fue un temido capo del narcotráfico en México.

“Según las investigaciones de la Fiscalía, Chepe Diablo pertenecía a una red de tráfico de drogas que operaba entre Colombia y Estados Unidos. Sus socios fueron los famosos narcotraficantes Pablo Escobar Gaviria y el reconocido capo mexicano, El Señor de los Cielos”, se detalla en un video producido y publicado por la FGR.

Chepe Diablo tiene un amplio historial delictivo. Comenzó como cambista de quetzales en la frontera de El Salvador y Guatemala. Pocos años después se convirtió en un millonario dueño de gasolineras, hoteles y otros negocios.

Pablo Emilio Escobar Gaviria fue un narcotraficante colombiano, fundador y máximo líder del cartel de Medellín, quien durante los años ochenta e inicios de los noventa traficó toneladas de cocaína a los Estados Unidos. Fue asesinado durante un operativo en 1993.

Por su parte, Chepe Diablo fue señalado en 2011, por el periódico El Faro, como el máximo cabecilla del Cártel de Texis, una organización de crimen organizado del occidente del país. En 2014, el gobierno de Estados Unidos lo declaro capo internacional de la droga. En 2017 fue acusado por la Fiscalía General de lavar más de S132 millones. La FGR asegura que ese dinero proviene del tráfico de droga.

Fotoarte D1.

Fotoarte D1.

El hombre que trabajó para Chepe Diablo

En septiembre de 2018, uno de los hombres que gozó de mucha confianza en el cártel de Texis, y que luego ayudó a la FGR a desarticular esa estructura delictiva, accedió a hablar con Diario 1 bajo la misma condición que les pidió a los investigadores del Ministerio Público: que su nombre no fuera mencionado.

Durante esa entrevista aseguró que el Cártel de Texis, encabezado por Chepe Diablo, compró policías, jueces y fiscales para allanarse los caminos y facilitar el traslado de droga por el territorio salvadoreño. También creó mecanismos para esconder la mercancía.  Una de las maneras era utilizar ambulancias de la Policía Nacional Civil (PNC). Otra era inseminar ganado, prácticas que se dice también han usado algunos políticos que ahora son millonarios. Los métodos variaban constantemente.

Detalló, además, que dentro de la estructura había dos grupos: uno que se dedicaba al tráfico de droga y otro que se dedicaba al robo de vehículos. El primero encabezado por Chepe Diablo y el exalcalde de Metapán, Juan Samayoa, y el segundo por Roberto “El Burro” Herrera, quien fue capturado y condenado en 2015 a prisión por dirigir la estructura de robacarros.

El testigo, quien trabajó de la mano de estos cabecillas de Texis, en especial con uno de ellos, asegura que participó en varias reuniones donde se tomaban decisiones importantes. Por eso conoce la logística de Texis en el tráfico de droga.

— ¿La droga viene del Sur?

— Sí.  Pero se recogía en Nicaragua y la introducían por puntos ciegos de El Salvador.

— ¿Viene terrestre o marítima?

— No, por mar no se metía nada. Por lancha no trabajábamos nosotros. La droga viene del Amatillo y pasa por Metapán. Se va por la Longitudinal, porque es una calle más sola.

— ¿Cuál fue la mayor cantidad que usted vio que ingresó?

— Un cabezal, porque vienen en cabezales los tanques de diésel. Esa es una de las formas. También se pasa a caballo por puntos ciegos.

— ¿Y para hacer el tránsito desde el Amatillo hasta Metapán?

— Había una ambulancia de la Policía de Santa Ana que se encargaba de eso. Dos policías, ellos la custodiaban, sino la metíamos nosotros en la ambulancia de la Policía en San Miguel.

— ¿Y qué cártel de afuera era el que proveía de droga a Texis?

— No, es que Texis solo es transporte. Solo es logística en El Salvador. No es como se dice en las noticias que trabajan solo para un cártel. No es así. Eso es mentira.

— ¿Cómo es el pago en el ámbito de la droga?

— Es depende la cantidad. Si usted quiere que le pague en efectivo o porcentaje de droga…

— Para tener una idea, ¿qué cantidades movía Texis?

— Un kilo de droga en Costa Rica lo puede agarrar por 9 mil dólares. Usted me puede pagar 1000 dólares por mover cada kilo. Se agarraba en Nicaragua y se ponía en la frontera con Guatemala. Usted me da la mitad ahora y la otra mitad cuando estemos en Guatemala.

— ¿Cuánto es la mayor cantidad que usted vio que pasó el cártel de Texis en el país?

— Trabajé mucho tiempo. No podría dar una cantidad exacta… por ejemplo, en ocasiones pasábamos una tonelada, 1,200 kilos. Teníamos una camioneta tipo pik-up, y andábamos unas (drogas) que usaba solo Roberto.

— ¿Él consumía?

— Todos consumían.

— ¿A qué cárteles le movían droga?

A casi a todos, porque, por ejemplo, en Honduras se les movía a los del Valle. En Colombia se trabajaba con cocinas, a los laboratorios le llaman cocinas. Si usted tiene cocina y me da más barato a mí, entonces le compro a usted. No es de un solo cártel, sino que son cocinas independientes.

— ¿Sigue existiendo el paso de droga?

— Sí, eso siempre está y también el paso de dinero para Honduras vía terrestre. De Honduras se agarra avión para Panamá.

FOTO: D1/MIGUEL LEMUS

FOTO: D1/MIGUEL LEMUS

La liberación del Diablo

El pasado 21 de mayo, la Cámara Segunda de lo Penal de la Primera Sección Centro, integrada por las magistradas Rosa María Fortín y Ana Victoria Martínez de Blanco, emitieron una resolución que exonera a Chepe Diablo y Juan Samayoa por el delito de lavado de dinero.

Ambas magistradas argumentaron que ambos ya habían sido procesados por el mismo caso en 2014, cuando se les acusó por evasión de impuestos y, por lo tanto, al acusarlos de lavado de dinero, había un doble juzgamiento.

No obstante, un abogado que habló con Diario 1 indicó que eso no es cierto, pues en 2014 a Chepe Diablo y a Juan Samayoa se les procesó por los años fiscales de 2010 y 2011. Pero el actual proceso abarca de 13 años, es decir, según la Fiscalía General de la República (FGR) entre 2003 y 2015 pasaron por las manos de Chepe Diablo y sus cómplices 132 millones de dólares de los que no tienen una fuente legal para justificarlos.

Las magistradas también argumentaron que la Fiscalía General no pidió las auditorías del Ministerio de Hacienda de los 13 años por los que se les acusa a los imputados.

Pero la misma fuente señaló que no es cierto que la Fiscalía debe ordenar auditorías del Ministerio de Hacienda para determinar que existe dinero no justificado para poder acusar por lavado de dinero.

El abogado explicó que el delito de lavado de dinero es autónomo. Por lo tanto, no se puede alegar que hay doble juzgamiento por el hecho que Chepe Diablo y Juan Samayoa fueron procesados por evasión de impuestos en 2014.

Diario1 buscó a la magistrada Rosa María Fortín para solicitarle una entrevista sobre la resolución en la que exoneró a José Adán Salazar. El pasado 1 de junio, a las 3:50PM se entregó una carta de solicitud al secretario de la Cámara. El 2 de junio, a las 3:10PM, fue llevada otra carta de solicitud de entrevista a la Cámara, donde se pedía entrevistas a las dos magistradas de esa Cámara. Al cierre de esta nota, no había respuesta a ninguna de las dos solicitudes.

Foto D1.

Foto D1.