Luego de matar con un cuchillo a su pareja, José Inmer Rosales Orellana, de 22 años, trató de borrar las evidencias en la escena del crimen. Arrastró el cadáver de la víctima y limpió la sangre.
La prueba de Luminol (pericia fisicoquímica que permite detectar la presencia de sangre que se ha limpiado o borrado de una escena del crimen) y la de ADN confirmaron que las manchas de sangre pertenecían a la víctima, identificada como Katis Suyapa Guevara Moreno.
El crimen ocurrió la noche del 26 de mayo del año 2020, en la casa donde vivía la pareja, horas después de participar en un convivio familiar.
No hubo testigos. Pero los fiscales establecieron que el sujeto mató a su mujer y luego arrastró el cuerpo desnudo hasta la orilla de la calle. Posteriormente borró la evidencia de la sangre al interior de la casa para ocultar que había sido el autor directo del crimen.
Sin embargo, fue detenido tres días después, el 29 de mayo, con una orden administrativa girada por la sede fiscal por las incongruencias y evidencias encontradas al procesar la escena del crimen.
El Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres de San Miguel lo condenó el pasado jueves a 35 años de prisión por el delito de feminicidio agravado.