Rosibel Arriaza, madre de la migrante salvadoreña Victoria Esperanza Salazar Arriaza muerta a manos de policías mexicanos, pidió justicia por el crimen tras el reconocimiento de su cadáver por medio de fotografías este lunes.
«Siento indignación, me siento impotente, me siento frustrada. Yo hubiera querido estar ahí, como madre, pero no. Uno no puede estar en todos los lugares» y ella «no merecía esa muerte», porque «fue un abuso de autoridad», dijo a la prensa.
Recalcó que su hija «ha sido cruelmente ajusticiada por policías en Quintana Roo, México», por lo que «yo pido justicia para mi hija, porque realmente no veo yo una causa justificada» y «pienso que los seres humanos tenemos derecho a la vida, independientemente de lo que haya sucedido en ese momento».
Señaló que «en el área moral estaría más que satisfecha que esos señores pagaran».
Indicó que este crimen dejó en la orfandad a dos adolescentes de 15 y 16 años de edad en México y que «el caso de mi hija lo están comparando con el caso de (George) Floyd, en Estados Unidos», que generó el movimiento Black Lives Matter («Las Vidas Negras Importan»).
Rosibel Arriaza relató que su hija vivía en México, donde trabajaba en el área de limpieza de hoteles, desde hace unos cinco años y que viajó en la búsqueda de mejores condiciones de vida, dado que era «madre soltera».
La familia de Salazar Arriaza llegó este lunes a la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores salvadoreño para reconocer mediante fotografías el cadáver.
La madre de la víctima sostuvo que en el área de Derechos Humanos de la Cancillería les indicaron que «sí nos pueden ayudar a llegar hasta allá (México)» para encontrarse con sus nietas.
Indicó que «supuestamente una niña ya está en custodia del DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia)», mientras que la otra no, porque «siente temor de la Policía» y «piensa que la Policía le puede hacer algo».
El Gobierno de El Salvador condenó mediante un comunicado «las acciones que provocaron la muerte de la compatriota» e informó que «se mantiene en comunicación con las autoridades mexicanas con miras a que se siga con celeridad las investigaciones pertinentes y se determine las responsabilidades para aplicar todo el peso de la ley».
Indicó que la Cancillería brindará «todo el apoyo y acompañamiento que requieran los familiares de Salazar Arriaza», quien era originaria del occidental departamento de Sonsonate.
El presidente Nayib Bukele también reacción ante el hecho y pidió justicia.
«Nosotros nos encargaremos de la manutención y estudios de las dos hijas de Victoria y de todo lo que necesiten (…) solo pedimos justicia. Que a los que hicieron esto les caiga todo el peso de la ley», publicó en su Twitter.
La muerte de Victoria, que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo investiga como homicidio agravado, causó indignación tras difundirse el domingo el vídeo, grabado el sábado, en el que uno de los cuatro policías de Tulum que pueden verse coloca su rodilla en la espalda de la víctima, lo que le causó fatales fracturas en la columna vertebral.