Seis menores de entre 6 y 17 años, y una joven de 19 años de edad, resultaron lesionados, ayer sábado 5 de diciembre, en la explosión de una cohetería clandestina ubicada en el cantón Planes del Ranchado de Santa Ana, sobre la carretera a Candelaria de la Frontera, informó el Cuerpo de Bomberos.
Según información oficial, dos menores murieron entre la noche y la madrugada debido a las severas lesiones provocadas por la explosión de la cohetería. Tras el incendio ocurrido en Santa Ana, los menores fueron trasladados al Hospital Nacional de Niños “Benjamín Bloom”.
La primera víctima que perdió la vida en esta explosión fue una niña de 1 año y 3 meses de edad, quien también iba ser enviada a Texas, pero no logró sobrevivir y perdió la vida cuando era atendida en un hospital de Santa Ana.
“Tuvo dos paros respiratorios y fue resucitada dos veces. Luego tuvo un tercer paro, no se logró resucitar y falleció. Los otros dos continúan graves. Trataremos de llevarlos a Galveston lo más pronto posible”, informó el presidente Nayib Bukele.
En la madrugada de este domingo se registró la segunda muerte provocada por la explosión de la cohetería ilegal. El presidente Nayib Bukele dio a conocer el hecho a la 1:23 a. m.
“Acaba de fallecer el segundo niño, de solo 2 años y 7 meses. Es triste que los médicos hayan luchado tanto y no haber logrado salvarlo. Pero se hizo todo lo humanamente posible y aún tenemos que luchar por uno. Esperamos poder llevarlo a Galveston en la mañana”, detalló Bukele.
Mientras uno de los cuatro menores sobrevivientes podría ser trasladado al Hospital para Niños Shriners, en Galveston, en el estado de Texas, Estados Unido, para recibir atención oportuna para sus quemaduras.
Actualmente el Gobierno se encuentra gestionando visas humanitarias y el transporte de cuidados intensivos para lograr el traslado y garantizar así la atención oportuna para el menor lesionado en la explosión de la cohetería clandestina.
Por su parte, el ministro de Salud, Franciso Alabí, informó que desde la noche de ayer sábado ha estado en conversaciones con representantes del Hospital para Niños Shriners, en Texas, para garantizar que el centro médico pueda atender al menor.
El titular de Salud hizo un llamado a la población salvadoreña para evitar que tragedias como esta se repitan en el país.
“Le pedimos a la población salvadoreña que evitemos este tipo situaciones que ponen en riesgo a sus familias, que tengamos cuidado con la pólvora. Llamamos a la población a ser muy prudente, no podemos permitir más niños afectados por quemaduras”, enfatizó Alabí.
Según el Cuerpo de Bomberos, en la vivienda donde se registró la explosión que causó la muerte de los dos menores, las lesiones en los otros 4 y una joven de 19 años, hacían el trabajo complementario de una cohetería, donde recibían producto para ser finalizado y puesto a comercializar. Esta actividad era ilegal por no contar con la autorización respectiva.
En los restos de la explosión logro encontrarse producto terminado entre estos morteros superior al número 10, este pirotécnico se encuentra prohibido por las leyes salvadoreñas debido a su alto poder explosivo.