Todo comenzó a finales de 2011, cuando el FMLN decidió lanzar a Nayib Bukele como candidato a alcalde por Nuevo Cuscatlán, un municipio de La Libertad hasta entonces poco conocido. Bukele también era una figura poco conocida. Era un joven empresario de 31 años.
Lo cierto es que el FMLN apoyó su candidatura. Tenía padrinos. Uno de ellos era José Luis Merino, comandante Ramiro, quien apostó por su candidatura en Nuevo Cuscatlán.
El apoyo de Merino le dio ciertas prerrogativas a Bukele. Por ejemplo, una de las políticas del FMLN era lanzar como candidatos a diputados y alcaldes a excombatientes guerrilleros y a militantes que tenían trayectoria en el partido.
Pero Bukele se saltó esas trabas gracias al apoyo de José Luis Merino y compitió en las elecciones del 2012. Prometió modernizar el municipio y ganó la elección
En Nuevo Cuscatlán, un pequeño municipio cercano a San Salvador, con poco mas de 7 mil habitantes, Bukele montó una agresiva campaña de publicidad para promocionar las escasas obras que realizó.
Bukele nunca ha manejado bien nada
El analista de seguridad Douglas Farah indicó en una entrevista televisiva que Bukele es un tipo autoritario “que nunca ha manejado nada bien”.
“Ellos (Estados Unidos) comieron el cuento de que Bukele era una tercera vía… lamentablemente nunca entendieron quién era Nayib Bukele, un autoritario, un tipo que nunca ha manejado nada bien y que tiene un don de dictador muy grande, sueños de grandeza, y, además, rodeado de gente bastante corrupta. Eso no es ningún secreto”, dijo.
Luego agregó: “Al final (Estados Unidos) se están dando cuenta que sobrevaloraron al candidato, pero como está ayudando en cuestiones de migración y hablando de cortar el flujo de migrantes, aguanta mucho para los líderes que hacen eso en Centroamérica”.
Desde su tiempo en la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, cuyo mandato se caracterizó por promesas grandes que nunca fueron concretizadas, se comenzó a ver la forma de actuar por parte de Bukele, donde se prometía mucho y cumplía poco.
Bukele hizo una campaña con bombos y platillos. Prometió llevar una inversión de 1,000 millones de dólares al municipio. Pero eso nunca sucedió. Durante el periodo que Bukele fue alcalde quedó muy corto de los mil millones que había prometido.
Por el contrario, Nayib Bukele trató de agendarse créditos de proyectos de inversión que ya existían en Nuevo Cuscatlán desde antes que llegara a la alcaldía. Prácticamente las inversiones privadas que se dieron en el municipio databan de mucho antes que ganara la elección, y con Bukele como alcalde no se vio incremento de inversionistas en el municipio.
No obstante, Bukele logró pintarse como un candidato de éxito con una habilidad mediática cada vez mas fuerte. Fue así como logró posicionarse entre las figuras políticas más populares y su nombre comenzó a sonar como posible candidato a la alcaldía de San Salvador.
Nayib Bukele como alcalde de San Salvador
A pesar de que Bukele había reiterado que su objetivo era estar al menos tres períodos en la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, y había asegurado que no correría por otra alcaldía, en 2014 aceptó ser el candidato a alcalde del FMLN por San Salvador.
La contienda fue bastante cerrada e irregular. Bukele ganó la alcaldía capitalina por una diferencia de 3 mil votos en medio de denuncias por fraude. Hubo, por ejemplo, denuncias de robo de credenciales a vigilantes para favorecer la victoria del FMLN.
Bukele llegó a la alcaldía de San Salvador con grandes promesas como lo había hecho en Nuevo Cuscatlán. Prometió, por ejemplo, una obra por día. Pero no lo cumplió.
En San Salvador también desplegó su maquinaria mediática, con un estilo de grandes escenarios y coreografías. Nada sustancial.
Su obra más significativa fue la remodelación del Centro Histórico de San Salvador, el cual se volvería escenario de muchos de sus eventos políticos, no solo durante su período en la alcaldía de San Salvador, sino también al acceder a la presidencia de la República. De hecho, la toma de posesión rompió toda la tradición al ser celebrada frente al Palacio Nacional.
Bukele llegó a la presidencia de la República tras ser expulsado del FMLN y ser inscrito como candidato del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).
Sin embargo, a pesar de haber roto con el FMLN, Merino lo siguió apoyando y actualmente, según Douglas Farah, es el poder oculto detrás del gobierno de Nayib Bukele, pues realiza muchos de los manejos económicos de la actual administración.
Los problemas que Merino le genera a Bukele
José Luis Merino está siendo investigado por lavado de dinero y narcotráfico por las principales agencias de Seguridad de los Estados Unidos. El Congreso de los Estados Unidos, por ejemplo, recomendó en 2018 incluirlo en la lista Magnitsky de la Casa Blanca, donde están aquellos actores a nivel internacional que han participado activamente en crimen organizado y corrupción política en general.
El informe enviado por los congresistas al presidente Donald Trump decía lo siguiente: “José Luis Merino es un alto miembro del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y actual viceministro de Relaciones Exteriores para el gobierno de El Salvador. Él y Enrique Rais son copropietarios de la empresa de gestión de residuos, MIDES S.A. de C.V, actualmente atrapada en una disputa multimillonaria”, dice el documento que los congresistas estadounidenses le enviaron a Donald Trump.
Luego agregaba: “Se cree que Merino tiene vínculos con organizaciones criminales transnacionales. En 2008, funcionarios colombianos informaron que los correos electrónicos en la computadora portátil del comandante asesinado de las FARC, Raúl Reyes, vincularon a Merino a una red de tráfico de armas”.
En una entrevista reciente, Douglas Farah aseguró que José Luis Merino, uno de los máximos dirigentes del FMLN, es el poder oculto detrás del presidente Nayib Bukele.
Farah ha investigado durante años los presuntos nexos de José Luis Merino con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno venezolano, además de su participación en supuestas redes de narcotráfico.
“Lamentablemente él (José Luis Merino) sigue con un poder real dentro del gobierno de Nayib Bukele. Él maneja muy de cerca muchas de las arcas económicas oscuras que mantiene el gobierno. Tiene gente como Eric Vega, asesor directo del presidente Bukele”.
En julio de 2016, el prominente senador federal del Partido Republicano, Marco Rubio, cuestionó por qué el gobierno norteamericano, en aquel momento encabezado por Barack Obama, no había sancionado a Merino, a quien señaló como lavador de dinero y contrabandista de armas.
El 31 de mayo de 2019, un día antes de que Salvador Sánchez Cerén dejara la presidencia, la Fiscalía General allanó las oficinas de Alba Petróleos y 26 empresas relacionadas a presunto lavado de dinero. La FGR también allanó la oficina de José Luis Merino.
En esa ocasión, un grupo de fiscales y policías llegó a la oficina central de Alba Petróleos, ubicada en el bulevar Orden de Malta de Santa Elena, municipio de Antiguo Cuscatlán, La Libertad.
Según la FGR, Alba Petróleos y José Luis Merino son investigados por indicios de haber lavado, entre los años 2010 y 2017, más de $438 millones.
Fiscales de la Unidad Financiera de la Fiscalía General de la República han analizado las transacciones que Alba Petróleos realizó durante ese período de tiempo y encontraron al menos cinco irregularidades que les hace sospechar que se pudo haber cometido lavado de dinero.
Uno de los indicios encontrados por la Fiscalía General es la incongruencia al comparar ingresos totales y ventas. Según los informes, Alba petróleos tuvo ingresos totales de $1,908,433,741.09 y ventas por $837,612,406.66. Eso, para los fiscales, no es congruente con “el giro de la sociedad”.
Otro indicio hallado es que entre 2012 y 2013 se detectaron crecimientos del 333 % y 278 % en los ingresos gravados y del 337% y 297 % para costos y gastos.
Pero uno de los indicios que más alarmó a los fiscales son las donaciones que hizo Alba por $12,081,529.02, pues ese monto de dinero supera a las utilidades generadas.