El Salvador
miércoles 27 de noviembre de 2024
Nacionales

El Salvador será el país con los peores resultados económicos en la región en 2020

por Redacción


Desde que Nayib Bukele asumió la presidencia de la República, y antes de la crisis del Covid-19, la economía se vino a la deriva por la falta de un plan económico. La pandemia y algunos fenómenos climáticos agudizaron la crisis. No obstante que los países de la región han sido afectados por los mismos fenómenos, El Salvador se perfila con los peores resultados en materia económica, en buena parte por el debilitamiento institucional causado por el constante enfrentamiento con otros Órganos de Estado, pero también por los enfrentamientos con el sector empresarial. Eso ha creado falta de confianza en los inversores.

La contracción de la economía de El Salvador será la peor de toda Centroamérica al cierre del 2020, según la prestigiosa revista FORBES, quien señala que el Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador caerá -8.6%.

De acuerdo con FORBES, el PIB caerá en promedio -5.7% en el conjunto de países que integran CARD (Centroamérica y República Dominicana), lo cual significa que además de ser la peor de la región, El Salvador caerá 50% más que el promedio de la región.

El Salvador, incluso, tendrá una caída económica peor que la de Nicaragua, la cual, según FORBES, caerá al -8.5%. Le sigue Panamá con una caída del -6.5%.

La prestigiosa revista señala que hace un año la deuda del sector público en El Salvador representó 73.3 puntos porcentuales del PIB, pero que al cierre del 2020 podría aumentar alrededor de 5 puntos porcentuales más, “generando un gran riesgo en el manejo de las finanzas en 2021”.

El aumento de la deuda, de acuerdo con algunos analistas, tiene que ver con el mal manejo en las finanzas públicas que ha realizado el gobierno de Nayib Bukele.

Por ejemplo, El Salvador es el país de la región que más se ha endeudado durante la emergencia del Covid-19. La Asamblea Legislativa le autorizó adquirir deuda por más de $3 mil millones.

De hecho, a mediados de septiembre el entonces presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Nicolás Alfredo Martínez, aseguró en una comisión de la Asamblea Legislativa que el gobierno ha dispuesto de $2,643 millones en deuda para enfrentar la pandemia.
Pocos días después, Martínez renunció a su cargo. Hay quienes dicen que la renuncia le fue exigida por el presidente Bukele, quien había sostenido públicamente que no habían adquirido “ni un solo centavo” para enfrentar la pandemia.

En cuanto a las exportaciones, El Salvador también tuvo una aparatosa caída en los primeros cinco meses de 2020.

“En El Salvador, las exportaciones no tradicionales se contrajeron 22.4% en los primeros cinco meses de 2020; incluyen las exportaciones de maquila, que cayeron 42.4%”, dice FORBES.

El presidente Bukele ha tenido un fuerte enfrentamiento con el sector maquilero. Ha acosado y cerrado, por ejemplo, algunas empresas de la familia Simán.

En agosto pasado el gobierno acusó a la empresa Intratext, propiedad de la familia Simán, de haber evadido «$293 millones» en impuestos. Pero todo se trató de un espectáculo premeditado.

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En realidad, la Fiscalía General de la República (FGR) acusó a Manuel Ernesto Daura, representante de la empresa por evadir $5.3 millones. Sin embargo, la Cámara Tercera de lo Penal de San Salvador lo sobreseyó definitivamente.

“En medio de esta situación, los precios internacionales de muchos de los commodities, que contribuyen de manera importante a la economía de estos países, han venido cayendo de manera drástica. Por ejemplo: café, -9.2%; azúcar, -11.4%; productos agrícolas, -6%”, concluye FORBES.

Falta de plan económico

Todos los indicadores apuntan a que el Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador caerá -8.5% al cierre del 2020. Lo reconoce el propio gobierno y también organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Foto TVX

Foto TVX

Por ejemplo, el pasado mes de agosto, la ministra de Economía, María Luisa Hayem, reconoció que las cifras del Banco Central de Reserva (BCR) coinciden con las de la CEPAL en cuanto a la caída del PIB, es decir, que rondará el -8.5%.

Destacados economistas han señalado que la caída de la economía se debe a distintos factores. Uno de ellos es la falta de un plan económico desde que Bukele asumió la presidencia de la República.

El pasado mes de junio, cuando Bukele cumplió un año en el gobierno, investigadores de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) y prestigiosos economistas señalaron que el gobierno aún no había presentado un plan formal para el desarrollo económico, y mucho menos una política fiscal clara.

Jonathan MenkosZeissig, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señaló en junio pasado que el Ejecutivo “no ha presentado un plan de gobierno que permita saber con certeza cuál es la hoja de ruta no solo en el ámbito económico, sino en la totalidad de las políticas públicas”.

Otros economistas también han destacado que la contracción económica se debe a la falta de un plan económico diseñado para promover el crecimiento por medio de la inversión privada nacional y extranjera.

Funcionarios de gobierno han achacado a la pandemia del Covid-19 la caída de la economía nacional. Sin embargo, los economistas señalan que desde los primeros siete meses de gobierno, es decir, antes de la pandemia, ya se veía una tendencia de decrecimiento de la economía.

Luisa Solano, investigadora de Estudios Políticos de Fusades, afirma que aún hay dudas sobre si el Plan Cuscatlán, la plataforma electoral del presidente Bukele, será el plan de Gobierno oficial o si se presentará un nuevo documento.

Confrontación con empresarios

Según especialistas, otro de los factores del estancamiento económico se debe a la actitud beligerante del presidente Bukele contra los empresarios.

Algunos de ellos, que se han opuesto a ciertas decisiones gubernamentales, han sido perseguidos políticamente. Entre otras cosas, les han montado auditorías contables y de trabajo. Los han atacado mediáticamente y, en el peor de los casos, les han montado falsas acusaciones.

De acuerdo con los economistas, esa actitud beligerante de Bukele y el irrespeto a la legalidad, ha removido la confianza para invertir en El Salvador. Y no solo ha ahuyentado la inversión, sino que ha promovido el retiro de inversionistas.

A la fecha, como señalan los expertos, Bukele no ha presentado un plan para fomentar la inversión. Y, por el contrario, su continuo enfrentamiento con el presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Javier Simán, y otros connotados empresarios, ha seguido mermando la confianza de los inversionistas en el país por la falta de seguridad jurídica.

La falta de inversión privada y el retiro de algunos empresarios ha terminado en una fuerte afectación para miles de salvadoreños desempleados y otros que han perdido sus empleos por el cierre de empresas.

Un informe de FUSADES, correspondiente al primer semestre del 2020, señala que hasta el pasado mes de mayo se habían perdido 80,228 empleos del sector privado, por lo tanto, El Salvador retrocedió 10 años en esa materia.

Para diciembre de 2020, FUSADES proyecta la pérdida de 138,320 empleos de un total de 553,282. Es decir, todo indica que habrá una caída del 20% del nivel de empleo formal, lo cual regresaría a los niveles de empleo del 2010.

El cierre prolongado de la economía

Economistas sostienen que la decisión de Bukele de cerrar la economía por muchos meses (desde marzo hasta agosto), con la intención de reducir el ritmo de contagio del coronavirus, tuvo un efecto devastador para la economía.

Algunos de los sectores más afectados fueron el de servicios y comercio. Algunas empresas pequeñas y medianas cerraron para no volver a reabrir nunca más. Miles de salvadoreños se quedaron sin empleo.

FOTO: D1/MIGUEL LEMUS

FOTO: D1/MIGUEL LEMUS

El transporte público estuvo paralizado durante meses y muchos restaurantes cerraron en todo el país. Un claro ejemplo es el Paseo El Carmen, en Santa Tecla, donde quebraron más del 50% de los comercios instalados en la zona.

El economista Mauricio Choussy detalló que el sector de industria ya perdió 13,000 empleos; el de la construcción, 5,000; el de comercio y restaurantes, 22,000; y las actividades profesionales perdieron 12,000 empleos.

A su juicio, es el sector de servicios el más perjudicado por los estragos que causó en la economía la suspensión de operaciones de empresas a raíz de las medidas para evitar contagios de coronavirus.

Fue hasta el 16 de junio que el gobierno autorizó la apertura de algunas industrias, como la de ropa, construcción, restaurantes a domicilio, farmacias, bancos, entrega de productos en línea.

Mientras que la segunda fase de reapertura, programada al 7 de julio, se pospuso en dos ocasiones y se abrió, finalmente, hasta el pasado 24 de agosto.