El Salvador
sábado 16 de noviembre de 2024

Procurador condena el asesinato de sacerdote y pide justicia

por Redacción


El cadáver del sacerdote fue encontrado sobre el kilómetro 80 de la carretera al Litoral

El procurador de Derechos Humanos, José Apolonio Tobar, condenó y repudió este sábado el asesinato del padre  Ricardo Antonio Cortéz, de 45 años.

Además, el funcionario pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) que realice con «una eficiente investigación».

El cadáver del sacerdote fue encontrado sobre el kilómetro 80 de la carretera al Litoral, a la altura del cantón Santa Cruz Porrillo (Tecoluca, San Vicente), al interior de su vehículo, de tipo pick-up. Cerca del automotor se encontraron además casquillos de bala.

El sacerdote se desempeñaba además como rector del Seminario Mayor de Santiago de María, de la Diócesis de Zacatecoluca.

Según la información preliminar, el párroco se dirigía precisamente a Zacatecoluca.

Apolonio Tobar expresó, en un comunicado, que este hecho «constituye una muestra más de la inseguridad en la cual subsiste la población salvadoreña» y que «alcanza a diversos sectores, incluidos la comunidad religiosa».

Por lo anterior, el titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) pidió a las autoridades fiscales que «realicen con objetividad una eficiente investigación en aras de recabar los elementos suficientes para garantizar el derecho de acceso a la justicia y evitar que estos hechos permanezcan impunes».

El Ministerio Público informó el viernes de que ya se ha iniciado una investigación y que la misma será apoyada por expertos de la Unidad Central de Investigaciones de la Policía Nacional Civil (PNC).

Otros sacerdotes asesinados 

En mayo de 2019, fue asesinado el sacerdote Cecilio Pérez al interior de la casa parroquial San José La Majada, en Juayúa, a 86 kilómetros al oeste de San Salvador.

Sobre el cuerpo del prelado, las autoridades encontraron una nota que decía: «No pagó la renta MS-13», sin embargo las investigaciones descartaron que se tratara de un homicidio de la pandilla, si no que fue un crimen cometido por el sacristán de la parroquia, quien fue condenado a 25 años de cárcel.

Mientras, en marzo de 2018 el sacerdote Walter Osmir Vásquez Jiménez fue asesinado en la localidad de Lolotique (oeste), cuando se conducía en su automóvil a un acto religioso en la localidad de Santiago de María, donde se desempeñaba.

A la fecha, las autoridades de seguridad salvadoreñas no han informado de las investigaciones que se siguen para esclarecer dicho crimen y dar con los responsables del mismo.