Autoridades del Ministerio de Obras Públicas y del Fondo de Conservación Vial de El Salvador (FOVIAL) inauguraron este viernes el tramo rehabilitado sobre el kilómetro 26 de la carretera de Quezaltepeque a San Juan Opico, que fue afectado por una cárcava debido a la tormenta tropical «Amanda».
Los cuatro carriles de dicha arteria fueron obstruidos por la cárcava, lo que obligó a desviar el tráfico vehicular a rutas alternas durante 45 días. Además de esta, otras rutas se vieron afectadas por el impacto de las lluvias de finales de mayo pasado.
El Gobierno ya había habilitado el pasado 4 de julio los primeros dos carriles en la carretera y este viernes se abrió el paso completo con los dos restantes.
“Nos tardamos cerca de 45 días en poder habilitar los cuatro carriles de la carretera”, dijo el ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, quien en el evento estuvo acompañado por el director del FOVIAL, Álvaro O’Byrne.
La inversión en esta obra fue de $445 mil y los trabajos beneficiarán a 30 mil familias que circulan por esa zona, según las estimaciones de las autoridades.
Tanto personal del FOVIAL como de Obras Públicas intervino tras el colapso de los cuatro carriles de la carretera que conecta los municipios de Quezaltepeque y San Juan Opico debido a las lluvias del 31 de mayo pasado.
Los trabajadores realizaron «obras de drenaje, mejoras en la capacidad hidráulica y cambio de tuberías», de acuerdo con la información que compartieron a los medios de comunicación.
Además, el Gobierno informó que el FOVIAL continuará realizando obras de protección como muros de mampostería y reforzamiento de estructuras para evitar futuros incidentes.
#TrabajosEnCárcavas l @ObrasPublicasSV y @FOVIALITO rehabilitaron la circulación vehicular en el kilómetro 26 de la carretera que conduce de Quezaltepeque a San Juan Opico, La Libertad. El Gobierno del Presidente @nayibbukele está comprometido en garantizar la seguridad vial. pic.twitter.com/2viZTf2994
— Secretaría de Prensa de la Presidencia (@SecPrensaSV) July 17, 2020
Las tormentas tropicales «Amanda» y «Cristóbal» generaron varios daños en la estructura vial del país, destruyeron o dañaron más de 50,000 viviendas y afectaron a casi 30,000 familias, muchas de las cuales fueron evacuadas a albergues temporales.