El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL), Jorge Hasbún, dijo este miércoles que diariamente la economía salvadoreña pierde $50 millones de ingresos, esto debido al cierre de empresas que no pueden operar por las medidas sanitarias implementadas ante la pandemia de COVID-19.
El país, de momento, se encuentra en la primera de cinco fases de reapertura económica y social, por lo que entre un 30 y 40 % de la actividad económica se encuentra activa, según estimaciones de CAMARASAL. El resto de empresas, en tanto, registra pérdidas ante la imposibilidad de reabrir.
«Estimamos que andamos por la mitad (de pérdidas económicas respecto a cuando se decretó la cuarentena del 21 de marzo), pero siempre estamos perdiendo $50 millones de la economía diaria y en vez de 10,000 empleos, (ahora) hay 5,000 empleos en riesgo cada día que pasa, tanto en el sector formal e informal», comentó Hasbún en la entrevista Frente a Frente de Telecorporación Salvadoreña.
Añadió que «cuando la economía estaba cerrada (por la cuarentena decretada desde marzo pasado) la afectación era de $100 millones (en pérdidas) cada día y ahora la economía está abierta en un 30-40 %, eso casi ha bajado a la mitad ($50 millones), pero sigue habiendo afectación».
El retraso en el avance de la fase 1 de reactivación económica a la segunda etapa también conlleva el riesgo de cierre de más empresas y deja a la deriva a miles de empleados, a juicio del presidente de CAMARASAL.
«Imagine una empresa que está en la fase 4, que tiene 20 empleados y tendrá que abrir casi en septiembre, esos empleos están más en riesgo porque antes tenían la esperanza de abrir pronto», ejemplificó Hasbún.
El Ejecutivo pospuso la entrada en vigencia de la fase 2 de la reapertura económica ante el repunte de contagios y fallecidos por coronavirus en las últimas semanas, de forma que muchas industrias, los call centers, el transporte público y otros rubros no podrán operar hasta el 21 de julio.
Además, el resto de fases de reapertura tendrán un retraso de 15 días respecto a la fecha prevista originalmente para echarlas a andar, mientras que la apertura total será hasta el 1 de septiembre.
Las etapas de reapertura económica están basadas en el decreto ejecutivo 31, el cual contempla las fechas de cada fase y determina que si el Ministerio de Salud (MINSAL) registra un alza de casos y fallecidos, se puede posponer la entrada en vigencia de las demás etapas, como sucedió este 7 de julio.
Lea también: ¿Qué actividades económicas se permiten en la actualidad y cuándo reabrirán las demás?
Sugerencias
Por otro lado, el presidente de CAMARASAL dijo que si bien la gremial empresarial no está en contra de medidas sanitarias para frenar la pandemia ni piden una reapertura abrupta, sí esperan que haya una mesa técnica en la que junto a expertos médicos se tomen y comuniquen las decisiones.
«No estamos diciendo que se abra abruptamente, nunca hemos dicho eso, pero si ya establecimos las fases no tomemos una decisión de decir: ‘Ya no vamos a la fase 2’, sino que volvamos a sentarnos», sugirió Jorge Hasbún.
«Sentémonos, incluyamos doctores en esa discusión y veamos qué de esa fase 2 puede procederse (a abrir) y qué no, sino llegaremos a noviembre. No se trata de cerrarlo todo», agregó.
Además, pidió que haya mejor flujo de información oficial sobre los efectos de la emergencia sanitaria en la economía (registro de afiliados a fondos de pensiones y Seguro Social) y que esta se actualice, ya que con ello se tomarán mejores decisiones.
Asimismo, Hasbún consideró que las autoridades de salud pueden tomar recomendaciones de la comunidad médica, una de ellas es el establecimiento de «cierres geográficos delimitados», para controlar focos de contagio de coronavirus sin tener que poner en cuarentena a todo el país.