Entre el 21 de marzo y el 1 de junio del año que transcurre unos 300 mil salvadoreños fueron despedidos de sus trabajos, según dio a conocer Mario Ponce, presidente de la Asamblea Legislativa.
Ese es el periodo de la cuarentena domiciliaria ordenada por el Gobierno de Nayib Bukele para evitar la propagación del coronavirus en El Salvador.
En entrevista televisiva, el también diputado por el Partido de Concertación Nacional (PCN) explicó que uno de los propósitos de la Ley Especial Transitoria de Emergencia por la Pandemia COVID-19, Atención Integral de la Vida y la Salud y Reapertura de la Economía es que los trabajadores puedan reubicarse una vez reinicien las actividades productivas.
“El objetivo es recuperar los empleos perdidos, son alrededor de 300 mil trabajos que se han perdido desde que inició esta emergencia”, expresó.
A grandes rasgos la ley pretende que las empresas privadas reabran el 8 de junio y que las actividades en el sector público reinicien con normalidad el 15 de junio. También permite al Gobierno hacer compras directas pero presentando informes a los diputados de cada una de esas compras.
Esta ley, sin embargo, está en el congelador ya que el presidente Bukele anunció que la vetará porque no prolonga la cuarentena quince días más desde su aprobación el sábado 30 de mayo.
Ese fue uno de los grandes temas de discusión entre los ministros de Bukele y los diputados de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el PCN.
Los únicos que apoyaron la posición del presidente fueron unos diputados de ARENA —Milena Mayorga, Felissa Cristales, Gustavo Escalante— y los partidos Gran Alianza por la Unidad (GANA) y Cambio Democrático (CD).
El 27 de abril la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), aseguró que en los primeros 15 días de la vigencia de la cuarentena domiciliar que ordenó el Gobierno Central, fueron despedidos unos 70 mil trabajadores que representan aproximadamente el 10 por ciento del empleo formal registrado en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
Al día siguiente la Universidad Francisco Gavidia (UFG) dijo que hay bastante probabilidad que la crisis económica consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus provoque una caída de hasta cinco puntos del Producto Interno Bruto (PIB) y que el desempleo sea mucho mayor comparado con el que se registró durante la crisis inmobiliaria que inició en el año 2008.
De acuerdo con los análisis de la Gavidia, los despidos iniciaron cuando el país frenó de súbito las actividades económicas.
En 2008, año de la crisis inmobiliaria, el efecto en la economía salvadoreña provocó unos 42 mil 300 despidos en las empresas privadas y la recuperación de esos empleos tardó unos cuatro años. Para esta nueva crisis el desempleo puede ser mucho peor.
Desde la vigencia de la cuarentena el país viene perdiendo unos 100 millones de dólares diarios, de acuerdo con las estimaciones de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL).