Francisco Alabí, ministro de Salud, admitió que hay un subregistro de salvadoreños que el coronavirus mató –o puede estar matando- porque el Estado no tuvo las suficientes pruebas de Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR) o simplemente porque no acudieron a tiempo a una clínica o a un hospital.
El ministro recordó que la mayoría de países tienen una cantidad limitada de pruebas, procesarlas es tardado, complicado y caro, y además, El Salvador tiene históricamente un 40 por ciento de ciudadanos que mueren lejos de la atención médica, es decir, ya sea porque fueron asesinados o porque no acudieron a tiempo a una unidad de salud.
Las pruebas diarias que, según él, el Estado realiza llegan precisamente a los pacientes sospechosos pero no alcanzan a otros que presentan síntomas.
“Sabemos que hay positivos a coronavirus que no identificamos por la limitación de las pruebas”, reiteró en conferencia de prensa en el Museo Nacional de Antropología (MUNA).
Dijo que una vez pasada la pandemia será necesario comparar los datos históricos de la violencia homicida –que en este contexto ha disminuido notablemente- y compararlos con los fallecidos que llevarán a un dato aproximado.
Esto se está haciendo en Nueva York, en Estados Unidos, por ejemplo.
Otro método de aproximación al subregistro es la autopsia verbal: los médicos entrevistan a los familiares de los fallecidos y si encuentran coincidencias con los síntomas típicos de la enfermedad concluyen que es una muerte por sospecha probable de coronavirus.
“Contamos con un número limitado de pruebas. El enfoque ha sido expandir el número de pruebas pero se llega a un límite”, expresó.
Advirtió, además, que algunas clínicas privadas comenzaron a vender a los pacientes pruebas de PCR distintas a las aplicadas haciéndoles creer que son positivos para hacerlos llevar un tratamiento médico caro.
“El manejo debe ser ordenado y garantizando que no vaya caer en engaño”, señaló.
Agregó que otro de los métodos es presentar en las estadísticas oficiales de manera separada a los positivos a coronavirus con los sospechosos.