La crisis económica derivada de la crisis sanitaria del coronavirus provocará que más salvadoreños migren –ilegalmente o no- a Estados Unidos buscando satisfacer sus necesidades sociales, culturales, pecuniarias, entre otras, según Elsa Ramos, investigadora de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC).
En la entrevista República del Canal 33, la investigadora señaló que en redes sociales ha visto que muchos hondureños están convocando a una caravana que saldrá el 30 de junio buscando cruzar el Río Bravo. Aclaró que si bien es cierto desde El Salvador no está siendo secundada la convocatoria, lo más seguro es que en el camino muchos salvadoreños se sumen.
“Si no se organiza aquí saldrán de puntos ciegos para unirse a la caravana”, advirtió.
Recordó, además, que organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) han calculado que cerca de 2 millones de personas caerán en la pobreza como consecuencia de la paralización de las actividades económicas para evitar la propagación del coronavirus.
“Afectará totalmente el desarrollo y crecimiento económico del país y como hay muchas redes migratorias en Estados Unidos impulsará que más personas quieran irse Estados Unidos”, expresó.
“No veo que las migraciones vayan a parar porque es una válvula de escape porque no pueden subsanar todas sus necesidades económicas, sociales, culturales”, agregó.
En mayo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adelantó que el coronavirus provocará en Latinoamérica y el Caribe la mayor recesión económica en la historia de la región, con un retroceso del 5,4 % en 2020.
Según Naciones Unidas, se espera que la renta media per cápita en la región retroceda a su nivel más bajo en más de una década, con un fuerte aumento del desempleo y grandes números de ciudadanos cayendo a la pobreza.
La organización calcula para 2020 una contracción del 5,5 % en Suramérica, con un 5,2 % en Brasil, mientras que para el área de México y Centroamérica vaticina un retroceso del 5,4 %. En el Caribe, el impacto de la crisis será mucho menor, con una caída de la producción económica del 1,9 %.
La ONU apunta que el COVID-19 ha golpeado con especial dureza a Brasil, Ecuador y Perú, pero recuerda que casi todos los países han tomado medidas importantes para contener la enfermedad, con varios Gobiernos, sobre todo en Sudamérica, imponiendo el confinamiento.
Al efecto económico de esas medidas se están sumando factores externos como la caída de la demanda global, precios más bajos del petróleo y los metales, una bajada de las remesas y un desplome del turismo.
En paralelo al deterioro de las principales fuentes de ingresos exteriores para la región, ha empeorado el acceso a la financiación internacional y la mayoría de países tienen una capacidad limitada para responder con políticas fiscales y monetarias.
Muchos de ellos, recuerda la ONU, llegaron a esta crisis con situaciones ya complicadas que incluían altos niveles de deuda, necesidad de financiación externa y perspectivas de crecimiento débiles.