La Dirección General de Centros Penales (DGCP) ha registrado hasta 1 mil 63 privados de libertad que pudieron contagiarse de coronavirus en las últimas dos semanas en circunstancias que hasta este día no son completamente claras.
En el centro penitenciario de San Vicente hay 396 casos; en el centro penal de Quezaltepeque, en La Libertad, hay 154; en el centro penal La Esperanza, en Mariona, San Salvador, hay 513, según Osiris Luna Meza, director general de Centros Penales.
Hasta este día esos son los únicos centros penitenciarios con casos sospechosos.
El director de Centros Penales detalló que en el penal de San Vicente hay 39 casos positivos de COVID-19, once en Quezaltepeque y 33 en Mariona. La mayoría de los pacientes están asintomáticos y en condiciones de gravedad leves.
“De manera remota se están atendiendo a los reos para seguir la evolución”, dijo en entrevista televisiva.
Explicó, además, que el coronavirus solo lo pudieron haber llevado los agentes penitenciarios en cambio de turnos. Hace aproximadamente dos semanas ocurrió un relevo.
“Tuvimos custodios asintomáticos”, afirmó. “Se está tomando la temperatura en la mañana y en la tarde a los custodios”, agregó.
Dijo que hasta este día la Dirección de Penales ha registrado dos custodios que trabajan en el penal de San Vicente que están enfermos; siete y un médico en Quezaltepeque; y once en Mariona.
“La intención es que los empleados no salgan de los penales; vamos a mantener los turnos de 21 días”, comentó.
El 29 de mayo el Ministerio de Salud (MINSAL) dio a conocer que 945 reos habían sido clasificados como sospechosos de haberse contagiado de coronavirus.
Es decir, que en tres días se sumaron 118 reos.
La mayoría, según explicó Francisco Alabí, ministro de Salud, se mantienen asintomáticos y en condiciones leves de la enfermedad.
En estos momentos los reos están aislados unos de otros, de acuerdo con la versión oficial. Eso, sin embargo, parece imposible en uno de los sistemas penitenciarios más saturados de todo el mundo.