El Salvador
martes 26 de noviembre de 2024

Gobierno perdió $556 millones en impuestos

por Redacción


Ministerio había calculado que en mayo iba a perder $700 millones.

El Ministerio de Hacienda perdió 556 millones de dólares en impuestos que no ingresaron a sus arcas como consecuencia de la paralización de la mayoría de las actividades productivas para cortar la propagación del coronavirus.

El Ministerio había calculado que en mayo iba a perder 700 millones de dólares en total.

Carolina Recinos, comisionada para Operaciones de Gabinete y Nelson Fuentes, ministro de Hacienda, confirmaron la pérdida de ingresos para el Estado que se suma a los 261 millones de dólares registrados en abril.

Sumados son 817 millones de dólares en pérdidas por impuestos que no recibió el Ministerio en los meses de abril y mayo.

Recinos recordó que el Gobierno de Nayib Bukele ha negociado 1 mil 624 millones de dólares en préstamos tanto con organismos como con la banca internacional para tener dinero líquido con el que financiar la reactivación económica, las ayudas para los ciudadanos más afectados con la crisis del COVID-19 y la reparación de las catástrofes provocadas por las depresiones tropicales Amanda y Cristóbal.

Según ella el Gobierno ya presentó los proyectos de contratos de préstamo por 1 mil 009 millones de dólares para que la Asamblea Legislativa los ratifique.

Hasta el momento ya fueron aprobados 389 millones de dólares que serán comprados al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Fuentes se quejó de la velocidad a la que la Asamblea está aprobando las propuestas de préstamos. “Se lleva más de dos meses en cerrar el ciclo de ratificación de recursos que son urgentes para el país”, criticó.

Aseguró, además, que el Ministerio está buscando préstamos a bajas tasas de interés y que las condiciones económicas de las ofertas de préstamos están mejorando.

El 5 de mayo el ministro de Hacienda dijo en una reunión con los diputados que había previsto que la economía decrecerá hasta -5.4 puntos porcentuales y que el Estado perderá unos 1 mil millones de dólares en impuestos directos e indirectos.

Sin embargo, la caída de los ingresos y de las actividades económicas serán superiores comparadas con los impactos de la crisis financiera del año 2008. La principal diferencia es que hace doce años ningún Estado se vio forzado a suspender las actividades productivas, como está ocurriendo actualmente.