La psicóloga clínica Dina Semsch platicó con Grupo de Medio Uno sobre el impacto que genera en la población la cuarentena preventiva por coronavirus (COVID-19), así como las estrategias para enfrentar la situación y la necesidad de que la población tenga canales de asistencia psicológica.
A criterio de la experta y docente universitaria, la pandemia se mantendrá en la vida cotidiana por un periodo «prolongado e indefinido hasta la fecha», por lo que la estrategia debe ir en torno a las medidas para convivir con el virus SARS-CoV-2.
Dentro de su análisis, afirma que «tenemos que aprender a convivir con el virus y esto quiere decir que nuestra esperanza o recursos descansan en las medidas que tomamos referente al virus, no en la existencia del virus. Esto tiene una ventaja y es que te hace sentir en control de las cosas que sí están en tus manos, lo cual te protege también de la ansiedad«.
«Tenemos que desarrollar estrategias que podamos sostener en el tiempo y uno de los errores que se está haciendo es eso, estrategias que no pueden sostenerse, por ejemplo, quedarse encerrados, lo cual no funciona», añade la psicóloga.
Para la doctora Semsch, parte de la estrategia de convivencia con la COVID-19 se basa en que exista una campaña educativa para apoyar a las personas que han sufrido trastornos psicológicos debido al impacto social y económico de la misma pandemia.
«El tratamiento para todos estos casos es bien complicado, pero debería tenerse una estrategia bastante clara. Estamos en un país en el que no se habla de problemas psicológicos… entonces hay muchos malos entendidos. Hay malos entendidos sobre lo que es la ansiedad, que no es estar nerviosos nada más, o la depresión, que no es estar triste nada más», explicó.
A juicio de Semsch, «el punto de partida debe ser una campaña educativa. Y el punto también es qué tengo que hacer, a quién debo buscar y además abrir canales de atención».
Afectaciones
La psicóloga también se refirió a las principales afectaciones que ha visto en pacientes que buscan ayuda psicológica ante la emergencia sanitaria de la COVID-19.
«Realmente lo que ves con mayor frecuencia son problemas de ansiedad, o sea la que se sale de su cauce, porque ahorita es normal experimentar cierta ansiedad como respuesta a la situación», explicó.
Y sobre la ansiedad agregó que «básicamente para entender la diferencia es que cuando la ansiedad funciona bien, te adapta, pero cuando no lo hace dentro de lo esperado, te hace menos efectivo, o sea que no puedes dormir bien, enfocar tu atención, dividir tu tiempo, centrarte en el presente, sino que se piensan escenarios necesariamente caóticos».
Sobre los principales padecimientos en la sociedad dijo que lo que más se experimenta es «trastornos del estado de ánimo, depresiones, porque antes teníamos factores externos que ayudaban a alimentar nuestra motivación, a sentir que estábamos en esta vida que tenía ciertas metas y líneas que nos daban los demás. Ahora dependemos bastante de ponernos nosotros mismos estas metas y hay gente a la que le cuesta hacerlo».
También se refirió al personal de salud, en constante presión al ser parte de la denominada primera línea durante la pandemia: «Los niveles de ansiedad son enormes y hay que tener mucho cuidado y trabajarlo bien. Ciertos estudios tal vez no en pandemias, pero sí en endemias donde ha habido aislamiento, hay predictores bastante claros de estrés postraumático».
Con reportes de Maité Portillo.