Un grupo de policías y soldados fueron condenados a seis años de cárcel por el delito de privación de libertad en perjuicio de una mujer en el municipio de San José Guayabal, en el departamento de Cuscatlán.
De acuerdo con la acusación fiscal, los hechos ocurrieron cuando la víctima fue detenida junto a otra persona el 22 de enero de 2018, a filo de las 7:30 de la noche sobre la carretera que conduce al referido municipio, cuando esta se encontraba esperando a sus amigos en el marco de las fiestas patronales de San José Guayabal.
La mujer fue obligada a subir a la cabina de un pick up color blanco, sin logos de la PNC, en el que se transportaban los policías y soldados. Posteriormente emprendieron la marcha hacia una calle conocida como El Perical que conduce hacia el cantón Aguacayo.
En el camino, según la víctima, la interrogaron y le exigieron que entregara las armas o la droga, y que dijera a qué pandilla pertenecía, de lo contrario la iban a matar.
Después de media hora detuvieron el vehículo, la obligaron a bajarse y a ponerse de rodillas, a la vez que le advirtieron “te vas a morir”, y le pusieron un fusil en la frente.
Luego de interrogarla, le ordenaron ponerse de pie y que se bajara el pantalón y la ropa interior. Además, uno de los imputados le metió la mano debajo de la blusa y del sostén, apretándole los senos, relató la víctima.
Nuevamente, le exigieron que se hincara, y otro de los detenidos le puso una navaja en el cuello. Mientras la víctima suplicaba que no la mataran, otro de los capturados le exigió que se parara y sacó la pistola y se la colocó en la sien.
Momentos después, la mujer recibió la orden de subirse al vehículo y en el trayecto uno de los imputados le dio una nalgada y otro más le agarró la boca con una de sus manos, la contraminó al pick up e intentó besarla.
El grupo de agentes policiales y soldados la trasladaron cerca del lugar donde vivía, pero en el camino, recibió tocamientos en sus piernas.
En el camino encontraron una patrulla policial, pero le ordenaron a la mujer que se agachara en la cabina para que no la vieran. Al abandonar el vehículo le advirtieron que tenía que guardar silencio de lo sucedido, de lo contrario “ya sabía lo que le iba a pasar”.
Según el expediente judicial de los imputados, enfrentaron por primera vez un juicio el 11 de julio de 2019, por los delitos de tortura, privación de libertad y amenazas, en el que fueron condenado a seis años con tres meses.
Sin embargo, la defensa interpuso un recurso de apelación ante la Cámara de la Segunda Sección del Centro de Cojutepeque, que anuló el primer juicio contra los procesados y ordenó un nuevo juicio a cargo de otro juez.
La juez que conoció el caso los sobreseyó por los delitos de tortura y amenazas, pero los condenó por privación de libertad agravada.
El agente policial Néstor Edgardo Reynoza fue condenado a seis años de prisión por privación de libertad agravada y acoso Sexual y deberá pagar a la víctima $1,000.00, en concepto de responsabilidad civil.
Mientras que, los otros cuatro agentes policiales: José Salvador Lara Quinteros, José Luis Damián Alvarez, Hugo Antonio Landaverde Martínez y Norberto Alexander Rivera Palacios, purgarán seis años de prisión, por privación de libertad agravada y pagarán a la víctima, $800.00 cada uno, esto para resarcir los daños ocasionados.
Y los cuatro miembros de la Fuerza Armada también fueron condenados a seis años de cárcel y deberán pagar $800.00 a la víctima. Los imputados son: el cabo José Joaquín Rivas Morales; y los soldados, Edwin Enrique Bonifacio Pérez, José Alfredo Munguía Gómez y Santos Alexander Mendoza Reyes.