En conferencia de prensa Mauricio Arriaza Chicas, director de la Policía Nacional Civil (PNC), confirmó que hasta este día El Salvador registra 33 policías contagiados de coronavirus.
“Seguimos trabajando duro pero como estamos en primera línea estamos expuestos”, justificó.
Del total siete agentes ya se recuperaron. No detalló en cuál fase de la enfermedad originada en China están los restantes.
Aclaró, además, que ayer entre las once y doce de la mañana un psiquiatra que trabajaba en la PNC murió de un infarto súbito. Presentó síntomas de agotamiento físico y fue trasladado a un hospital donde falleció. Hasta el momento no se ha confirmado que murió como consecuencia de complicaciones derivadas de COVID-19.
“El diagnóstico es infarto”, reiteró.
El 7 de mayo Arriaza Chicas dio a conocer que diez policías tenían diagnóstico positivo de coronavirus mientras 110 más permanecían en centros de contención con sospechas de también estar contagiados. En ese momento aclaró que ninguno estaba grave aunque tampoco dio a conocer cuáles fueron las circunstancias en las que se enfermaron.
Dos días después la cuenta de los positivos aumentó a 20 mientras los restantes 90 permanecían aislados por nexos epidemiológicos.
El 4 de mayo el Ministerio de Defensa confirmó el primer fallecimiento de un soldado enfermo de COVID-19 que fue identificado como Guillermo Antonio Cruz Rosales. A nivel nacional fue la décima tercera víctima. Había ingresado el 26 de abril al hospital nacional Juan José Saldaña “por un cuadro febril” y al día siguiente fue trasladado al Hospital Militar, donde lo conectaron a un ventilador mecánico para mantenerlo con respiración.
El militar “no tenía registros en el Hospital Militar” por otra enfermedad. Sin embargo, cuando le hicieron exámenes “se descubrió que tenía diabetes”.
El 7 de abril la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) advirtió que los policías y los militares asignados a las tareas de vigilancia y seguridad pública no estaban trabajando con el equipo sanitario adecuado para evitar contagios.
Inclusive a principios de la cuarentena varios miembros de la PNC dijeron a Diario1.com que estaban comprando de su propio salario guantes, mascarilla y alcohol gel para andar las calles patrullando.
Ese costo adicional estaba impactando, según dijeron en el momento, lo que habían previsto invertir en sus alimentos.