Desde el lunes 16 de marzo hasta el martes 26 de mayo, exceptuando los días feriados y los fines de semana, El Salvador viene perdiendo unos 100 millones de dólares diarios como consecuencia de la cuarentena domiciliaria ordenada por el Gobierno de Nayib Bukele para evitar la propagación del coronavirus, según Jorge Hasbún, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL).
Son unos 70 días los transcurridos desde entones y los cierres totales y parciales de las empresas también están afectando a los trabajadores: son unos 350 mil empleos en riesgo en los sectores productivos. Dijo, además, que de acuerdo con las estadísticas de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en entre 10 a 12 días de marzo fueron despedidos unos 13 mil empleados.
De acuerdo con una encuesta que los socios de la Cámara respondieron, el 93 por ciento de las empresas perdieron el 50 por ciento de sus ingresos en los últimos dos meses y dos semanas.
“Todo esto va drenando empleos y recursos a la economía”, advirtió en una entrevista radial. “Cada día que pasa se pierden miles de dólares en productividad y miles de empleos”, agregó.
Señaló, además, que los empresarios están más preocupados que nunca porque el Gobierno de Bukele, en vez de presentar un plan de reapertura progresiva de la economía, está hablando de 15 días más de cuarentena.
“El tema de los 15 días es complejo, llevamos 70 días encerrados”, comentó. “Somos un país con pocos recursos y bastante endeudados. Si no encontramos un balance (entre salud y economía) la afectación más adelante será mayor”, añadió.
Hasbún también explicó que, hasta el momento, los empresarios desconocen si el Ministerio de Trabajo (MINTRAB) ya elaboró o está elaborando protocolos para evitar la propagación del COVID-19 cuando la economía sea reabierta.
Recordó, además, que los proyectos de ley de reapertura gradual de la economía de la Asamblea Legislativa y del Gobierno de Bukele son similares en un 90 por ciento.
“La salud primero pero si no trabajas vas a tener un problema social grave”, afirmó.
A finales de abril la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) ya advertía que unas 110 mil empresas estaban en riesgo de quebrar como consecuencia de las duras restricciones económicas de la cuarentena domiciliaria.
Además, que en los primeros 15 días de vigencia de la cuarentena habían sido despedidos unos 70 mil trabajadores registrados en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
En esos días la Universidad Francisco Gavidia (UFG) también presentó sus proyecciones: la caída del Producto Interno Bruto (PIB) y el desempleo en El Salvador serán mucho peores comparados con los que se registraron en la crisis inmobiliaria que inició en el año 2008 con los grandes bancos de inversión europeos y norteamericanos.
La lógica de las proyecciones se basó en una relación evidente: entre más prolongada sea la cuarentena mayores serán los impactos en la economía. Pero esta relación es más intensa en economías mayormente informales y de sobrevivencia diaria, como la salvadoreña.
El Ministerio de Hacienda también ha hecho sus proyecciones: para principios de mayo calculaba que la economía decrecerá unos -5.4 puntos porcentuales, las remesas que los migrantes salvadoreños mandan desde Estados Unidos y otros países caerán unos 17 puntos.
Este año Hacienda perderá unos 1 mil millones de dólares en impuestos directos e indirectos. Hasta el 30 de abril ya se había concretado la pérdida de 261 millones de dólares.