“Íbamos a ser deportados pero por las circunstancias del coronavirus no hubo bajada para Centroamérica”. Esas fueron las palabras de uno de los 41 salvadoreños que regresaron al país este día en la mañana procedentes de Tapachula, México.
Los migrantes iban a ser deportados después de ser detenidos en la frontera Talismán, entre Guatemala y México, pero debido a la intensificación de la pandemia de coronavirus quedaron varados.
Entre los que regresaron hay 27 hombres, once mujeres y tres menores de edad. Antes de bajar del avión personal médico les tomó la temperatura para posteriormente trasladarlos a centros de cuarentena, según publicó en sus cuentas de redes sociales el Ministerio de Relaciones Exteriores (RREE).
“Este grupo fue prácticamente abandonado”, aseguró Alexandra Hill, ministra de Relaciones Exteriores, sobre los salvadoreños que estaban en proceso de deportación. “La gente empezó a caminar, a buscar dónde dormir, dónde comer, no sabían en dónde estaban”, afirmó.
Sin embargo, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) negó que los 41 migrantes salvadoreños hayan sido abandonados a su suerte en México.
Ese organismo internacional de la ONU, además, se atribuyó el retorno «seguro, digno y en apego de sus derechos humanos fundamentales».
El Gobierno ha repetido varias veces que nunca ha negado el retorno al país a más de 4 mil 500 salvadoreños que están actualmente varados en unos 60 países distintos en plena pandemia de coronavirus.
El problema es, según el Gobierno, que no existen las condiciones básicas de infraestructura para recibirlos a todos y enviarlos a centros de cuarentena.
El Ministerio ha anunciado que repatriará paulatinamente a los que están pidiendo volver al país priorizando a los grupos más vulnerables, es decir, niños, mujeres embarazadas, y ancianos.
Esta semana Casa Presidencial vetó el decreto que lo obligaba a repatriar a los salvadoreños en el exterior porque era nada más declarativo, no establecía mecanismos no recursos para concretarlo.
El 1 de abril la Asamblea Legislativa aprobó un decreto transitorio para facilitar el retorno de los connacionales varados en distintos países, tanto de América del Norte y el Sur como de Europa.
El artículo del decreto literalmente dice: “El gobierno de la República facilitará el retorno de las personas salvadoreñas, independientemente de su condición migratoria y que al momento de la declaratoria de emergencia causada por el COVID-19 se encontraban fuera del país y debido al cierre de las fronteras por dicha declaración no pudieron retornar; dichas facilidades consistirán en: permitir el ingreso, sea vía aérea, terrestre o marítima”.
En el documento el presidente Nayib Bukele señala que el decreto número 621 únicamente genera expectativas irreales de poder retornar al país debido, según él, a las complicadas condiciones materiales que en la actualidad tiene el país debido a las medidas implementadas para evitar la propagación del coronavirus.
El 8 de abril la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ordenó a Bukele elaborar un plan para repatriar a los salvadoreños en el extranjero que ya no pudieron retornar por el cierre del aeropuerto monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez.