Óscar Méndez murió ayer al mediodía en un centro de cuarentena instalado en el hotel Beverly Hills, en Santa Elena, Antiguo Cuscatlán. Hasta el momento se desconoce la causa de su fallecimiento pero en las últimas semanas presentó fiebre y dificultades para respirar, síntomas típicos del coronavirus.
En conferencia de prensa en la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), Dina de Méndez, esposa del fallecido, contó que él regresó de Panamá el 13 de marzo cuando en ese país no había más que un caso de paciente positivo de COVID-19.
Al llegar al aeropuerto Óscar Arnulfo Romero fue retenido y llevado al albergue de la Villa Olímpica, en San Salvador, para estar en cuarentena junto a docenas de personas que provenían de distintos destinos.
Hace una semana lo trasladaron a él y otras personas al hotel en el que falleció ayer.
“Todos los días hablaba con él y me contó que llevaba 10, 12 días con fiebre”, contó la viuda.
En diciembre del año pasado Méndez se practicó exámenes médicos cuyos resultados, según la mujer, fueron buenos: ni presión alta ni ningún asomo de enfermedad.
“Si el resultado que me dan es positivo (a coronavirus) es porque en ese centro lo adquirió”, dijo refiriéndose a su estancia en la Villa Olímpica.
Mientras estaba enfermo en el hotel únicamente le permitieron llevar Trimetoprima o Loratadina para tratarse los padecimientos que en ese momento presentaba. Nunca le permitieron entrar algo más.
El día del fallecimiento le llamó toda la mañana pero no atendió el teléfono. Cerca de las tres de la tarde fue al hotel a preguntar y la recibieron en la entrada cuatro policías que tomaron sus datos y no dijeron nada en particular. Transcurrió una hora y no le dieron respuesta. Entonces volvió a acercarse y a amenazar con “llamar a los medios de comunicación” para que vieran como la estaban tratando.
Un par de minutos después llegó una médico que le dio la noticia de la muerte. Sin embargo, no le dieron los pormenores del caso de su esposo. A las diez de la noche en una ambulancia el cadáver fue trasladado al hospital Juan José Saldaña, en Los Planes de Renderos, San Salvador. Ella pensó en seguirlo pero cuando le dijeron que no le permitirían entrar desistió.
Hasta este día le entregaron las pertenencias del fallecido. En el teléfono celular encontró un audio que el fallecido mandó a un militar encargado de la seguridad del hotel.
“Tenía un audio de un teniente encargado de ese centro donde pedía ayuda, estaba agitado, cansado”, relató.
Dijo, además, que uno de los médicos del hotel le contó que lo había encontrado tirado en el suelo a la 1 de la tarde.
“No le dieron atención. Nunca lo sacaron a un hospital para ver qué tenía”, concluyó.
Apolonio Tobar Serrano, procurador de Derechos Humanos, dijo en conferencia de prensa que llamó a Francisco Alabí, ministro de Salud, vía telefónica para interceder para que la viuda reciba la información.
Según Tobar Serrano, Alabí se comprometió a entregar la información a la viuda.
En conferencia de prensa Carolina Recinos, comisionada presidencial para Operaciones del Gabinete de Gobierno, aseguró que Méndez había muerto como consecuencia de un paro respiratorio.
De acuerdo con un comunicado que divulgó el Gobierno, Méndez sufría infección urinaria y un padecimiento prostático y «experimentó una disnea súbita».