El jefe militar de uno de los retenes instalado en el Puerto de La Libertad se negó a responder preguntas al fiscal general, Raúl Melara, sobre la instalación del retén a su cargo.
Melara llegó acompañado de otros fiscales para verificar la legalidad del cerco sanitario ordenado por el presidente Nayib Bukele y en presencia de los medios de comunicación comenzó un interrogatorio que el jefe militar se negó a responder.
—Buenas tardes, —saludó el fiscal Melara.
— Buenas tardes, señor fiscal, ¿todo bien?
— Vaya, ¿se acaba de ir el señor ministro?
— (El jefe militar únicamente asintió con la cabeza).
— ¿Usted es el encargado de aquí del retén ahorita?
— De este punto nada más.
— Vaya, mire, andamos haciendo unas diligencias y unas averiguaciones. ¿A qué horas se instaló el cerco sanitario y cuándo?
— Esas declaraciones se las tendría que dar el señor ministro. No soy yo quien podría dar esas declaraciones, señor fiscal. Esas declaraciones tendrían que dárselas o la dirección de comunicaciones del ministerio o el señor ministro.
— No, pero yo se las estoy preguntando a usted —replicó el fiscal.
— No, yo…
— ¿A qué horas vinieron a tomar posesión de este lugar?
— Tendría que darle las declaraciones el señor ministro —reiteró.
Melara observó fijamente al jefe militar y luego giró la vista hacia una de sus colaboradoras, quien sugirió inspeccionar si estaban permitiendo pasar alimentos a los pobladores del Puerto de la Libertad. Luego, Melara volvió a cuestionar al jefe militar:
— ¿En base a qué están haciendo este retén ustedes aquí?
— Como le digo, esas declaraciones se las tendría que dar el señor ministro.
— Me regala su nombre por favor —preguntó otro fiscal.
— Ellos le podrían dar el nombre de los encargados.
— ¿Rango?
— Ellos le podrían dar esa información, ellos tienen toda la información de quienes estamos acá.
Inmediatamente el fiscal general le dio la espalda y siguió conversando con sus colaboradores.
Instantes después, un pescador del Puerto de La Libertad le dijo al fiscal general que necesitaba comprar hielo para que los mariscos que comercializa no se le arruinen.
“Estamos tratando de comprar hielo porque nosotros somos los que tenemos productos de mariscos y se nos está arruinando. Necesitamos que nos den permiso, por lo menos, de ir a comprar hielo ahí nomás”, expresó.
La noche del viernes el presidente Bukele ordenó a la Fuerza Armada y a la Policía Nacional Civil (PNC) impedir que los residentes de ese municipio salgan a las calles “ni siquiera con causa justificada”.
Minutos después, policías y militares coparon el municipio. Al lugar llegó el ministro de Defensa, René Merino Monroy, y el director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas.
“¿Qué es lo que estamos haciendo? La Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada en apoyo del Ministerio de Salud estamos colaborando para que este cierre sea efectivo”, dijo Arriaza Chicas.
Agregó que la instrucción de Bukele era realizar un “cierre sanitario” de 48 horas en el Puerto de la Libertad para que todos los negocios fueran cerrados.
“Todas las personas que hayan estado circulando normalmente en este lugar van a ser reguladas para que no transiten por ninguna avenida, ninguna calle, ninguna playa, ningún cantón, ni ninguna calle de segundo orden”, enfatizó.
El ministro de la Defensa, por su parte, dijo que habían tomado el control de las principales calles para que las personas no puedan circular salvo una “emergencia sanitaria”.