Miles de salvadoreños protestaron después que el presidente Nayib Bukele ordenó los cierres de todos los locales de los Centros de Atención por Demanda (CENADE) para evitar contagios de coronavirus y mantener el distanciamiento social.
Los ciudadanos que desde la madrugada de este lunes estaban haciendo fila para reclamar por qué no son beneficiarios del subsidio de 300 dólares comenzaron a reclamar primero a los policías que llegaron a custodiar los locales y después a los funcionarios que llegaron a pedirles que regresaran a sus casas.
Francis Merino Monroy, ministro de Defensa, llegó a repetir a los ciudadanos que regresaran a sus casas, tal como lo había dicho el presidente Bukele a través de sus cuentas de redes sociales. Las personas, sin embargo, reclamaron furiosas que no tenían para comer y que habían acudido a los establecimientos porque esa fue la instrucción oficial.
“A muchos de nosotros nos suspendieron el subsidio, por eso estamos aquí”, respondió una mujer al ministro de Defensa que únicamente repetía que los reclamos iban a poder hacerse a través de una línea telefónica o en internet.
Una mujer que se identificó como vendedora ambulante aseguró que desde que dejó de trabajar no tiene dinero para comprar comida a sus hijos.
“No tenemos qué darles de comer a nuestros hijos, soy vendedora de los buses, vivimos al día a día”, afirmó.
Otro vendedor la secundó: “¡Tenemos hambre, tenemos hambre!”