La Dirección de Hidrocarburos y Minas del Ministerio de Economía (MINEC) anunció que de la semana del 24 de marzo al 6 de abril los precios de referencia de los combustibles disminuirán entre 31 a 41 centavos de dólar.
La gasolina especial costará $2.79 en las zonas Central, $2.80 en la Occidental y $2.83 en la Oriental. La disminución es de entre 41 a 42 centavos de dólar.
La gasolina regular costará $2.54 en las zonas Central, $2.55 en la Occidental, y $2.59 en la Oriental. La disminución es de entre 44 a 43 centavos de dólar.
El diésel costará $2.34 en las zonas Central, $2.35 en la Occidental y $2.40 en la Oriental. La disminución es de 31 centavos de dólar.
Desde mediados de la semana pasada el temor a un exceso de oferta como consecuencia de la crisis del coronavirus hizo caer el precio del barril de petróleo Brent para entrega en mayo, que cerró en el mercado de futuros de Londres en 27,53 dólares, un 2,65 % menos que el lunes 16 de marzo.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un descenso de 0,75 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 28,28 dólares.
La cotización del petróleo europeo registró una caída moderada ante el persistente temor a que la demanda se vea significativamente afectada por las estrictas medidas que están tomando muchos países para frenar la epidemia del COVID-19.
Las ayudas económicas que han puesto en marcha diversos Gobiernos impulsaron el precio del Brent, lo que llevó a los inversores a recoger beneficios durante la sesión de finales de la semana pasada.
«La volatilidad todavía es alta, en relación a los estándares normales, aunque se ha enfriado en comparación con lo que ocurría a mediados de esta semana», afirmó David Madden, analista de la firma CMC Markets.
Arabia Saudí mantiene el pulso comercial con otros grandes productores, mientras que la pandemia de corononavirus se sigue extendiendo, por lo que los expertos no ven fin por ahora al escenario que ha lastrado los precios en las últimas semanas.
La guerra saudí
La fuerte apuesta de Arabia Saudí para hundir los precios del petróleo en su lucha con Rusia plantea una batalla de resistencia entre ambos, pero también una prueba de aguante económico para las finanzas saudíes en un momento de incertidumbre mundial.
Con el petróleo cotizándose en el rango de los 26 dólares, menos de la mitad de lo que cotizaba hace apenas un mes cuando se empezaba a dimensionar el impacto del coronavirus en la economía mundial, Arabia Saudí ha puesto al país en cuarentena.
El país tiene un estimado de cercad de 500.000 millones de dólares en reservas, pero con la caída de los precios del petróleo y su decisión de aislar la tierra santa del islam, que recibe millones de musulmanes cada año en peregrinación el Gobierno ya ha empezado a aplicar recortes.
El miércoles anunció una reducción de gasto del 5 %, unos 13.000 millones de dólares, para amortiguar el impacto de la caída de los precios y de los efectos de la pandemia.
Al día siguiente la Agencia Monetaria de Arabia Saudí (Banco Central) anunció un paquete de ayuda de 13.300 millones de dólares para el sector privado y facilidades para las pequeñas y medianas empresas.
El viernes, las autoridades anunciaron un paquete de medidas de ayuda por valor de unos 32.000 millones de dólares para el sector privado, especialmente en pequeñas y medianas empresas para hacer frente al impacto del coronavirus.
“Los mercados financieros globales todavía están interesados en la posibilidad de bonos saudíes u otras opciones financieras.», indicó a Efe Cyril Widdershoven, jefe de Estrategia Global y Riesgo del Fundo Berry Comodities.
Para Widdershoven, «con un crédito muy barato en este momento, los costes del reino serán relativamente bajos, manteniendo los megaproyectos en marcha y preparando al reino para volver a ponerse en pie en una economía más diversificada».
Pero la consultora Energy Intelligence, que prevé un precio de equilibrio externo del petróleo para Arabia Saudí a 63 dólares por barril para 2020, ve riesgos en esta situación para los saudíes.
«Arabia Saudí puede cubrir sus déficit usando reservas en moneda extranjera y pidiendo prestado. Pero a los precios actuales quemaría sus reservas a un ritmo incluso más alto que el de la caída de sus ingresos», indicó.
Antes de la caída del precio, Arabia Saudí calculó un déficit presupuestario de unos 50.000 millones de dólares este año, un 6,4 % del PIB, pero en un escenario extremo con el Brent alrededor de los 40 dólares el barril, el déficit podría subir a 80.000 millones de dólares.
Por contra, la compañía estadounidense cree que Rusia puede ser más resistente a precios bajos debido a su tipo de cambio flexible y grandes reservas monetarias.
Widdershoven afirma que Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos no querían asumir toda la reducción de producción dejando abiertas la opción de conseguir un mayor porcentaje del mercado y apoyando el petroleo no convencional de Estados Unidos.
«Abriendo las compuertas los saudíes están apuntando a los mercados rusos en la Unión Europea, Estados Unidos y otros lugares», indicó.
Ahora hay que ver quien se retira de la batalla en esta guerra de aguante.
«El primero en parpadear será probablemente Moscú», indicó Widdershoven,
Los saudíes necesitan algún «punto de encuentro» con los rusos, pero hay quien llama la atención sobre las «ambiciones» del reino por recuperar mercados perdidos durante años.