El Juzgado Segundo de Paz de San Salvador ordenó que el exdiputado Sigifredo Ochoa Pérez y el también exfuncionario Walter Alfredo Anaya Escalante permanezcan en libertad mientras avanza el juicio contra los dos por delitos de corrupción que presuntamente cometieron cuando administraron la embajada de El Salvador en Honduras entre julio de 2005 a enero de 2016.
La medida también la pidió la Fiscalía General de la República (FGR). En un boletín la oficina de prensa del Centro Judicial Isidro Menéndez explica que el Juzgado “determinó que no existen suficientes elementos de convicción para determinar la existencia del delito y la participación de los imputados por lo que no impuso ninguna medida”.
Ochoa Pérez fue el embajador y Anaya Escalante se desempeñó como encargado de negocios en la embajada salvadoreña en el país vecino. De acuerdo con la acusación ellos pagaron en exceso por el arrendamiento del local en el que funcionó la sede diplomática por hasta 107 mil 920 dólares.
Soledad Funes Donaire de Ramírez, la dueña de la casa, es acusada de complicidad necesaria en el delito de peculado. Según la Fiscalía, ella pagaba 800 dólares mensuales al también expresidente de la Comisión Ejecutiva del Río Lempa (CEL) recibiendo en total hasta 41 mil 40 dólares; Anaya Escalante también recibió hasta 59 mil 840 dólares.
El 20 de diciembre del año pasado la Fiscalía presentó en el Juzgado Segundo de Paz el requerimiento contra Ochoa Pérez. En la acusación es acusado de suscribir dos contratos de arrendamiento para el local de la embajada: en la suscripción existía una diferencia sustancial en el canon de arrendamiento: uno era por $2,200 y otro era por $3,000 existiendo una diferencia de $800 que supuestamente quedaban en los bolsillos del entonces embajador.
Cuando Ochoa Pérez se retiró en septiembre del año 2009, de la sede diplomática de El Salvador ante la República de Honduras, ese excedente se le siguió entregando a Anaya Escalante.
Posteriormente uno de los nuevos embajadores indagó en esto y presentó el aviso en la Fiscalía.
Sigifredo Ochoa Pérez ingresó a la política en 1987 tras solicitar su baja en la Fuerza Armada (FAES). Durante la guerra fue conocido como el “héroe de Cabañas”, uno de los departamentos donde estuvo destacado en el conflicto armado.
El militar en situación de retiro fue presentado en la posición número 24 de San Salvador por ARENA en las elecciones de 2012.