El jueves 30 de enero la Cámara Primera de lo Civil de San Salvador instalará la audiencia preparatoria contra el expresidente Elías Antonio Saca González y su esposa Ana Ligia Mixco Sol, ambos acusados de enriquecimiento ilícito, en la que la Fiscalía General de la República (FGR) pedirá que la pareja reintegre al Estado más de 4 millones de dólares.
De acuerdo con la información preliminar que divulgó la oficina de prensa del Centro Judicial Isidro Menéndez, en San Salvador, ese dinero es parte de lo que la pareja desvió de las arcas de Casa Presidencial (CAPRES) mientras Saca González se desempeñó como mandatario entre junio de 2004 y junio de 2009.
El 26 de diciembre la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sentenció que Saca debe devolver 260 millones de dólares. Ese monto primero lo estableció el Tribunal Segundo de Sentencia.
En la sentencia también fueron incluidos los exfuncionarios y hombres de confianza del otrora poderoso dirigente de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA): Élmer Chárlaix, César Funes, Julio Rank así como los exempleados de Casa Presidencial Francisco Rodríguez, Jorge Herrera y Pablo Gómez.
Charlaix debe reintegrar hasta 15 millones de dólares. César Funes y Julio Rank, condenados a cinco años de cárcel, deben pagar 886 mil 697 dólares y 8 millones 348 mil 130 dólares, respectivamente.
Saca fue capturado el 30 de octubre de 2016 mientras celebraba la boda de su hijo Gerardo Saca en un salón de fiestas de Antiguo Cuscatlán. Después fue acusado por los delitos de peculado y lavado de dinero.
El caso llegó a manos del Juez Cuarto de Instrucción, Rigoberto Chicas, quien, a pesar de que el caso no tenía reserva legal, no permitió que la prensa ingresara a la audiencia preliminar. Finalmente, en mayo de 2018, el expresidente Saca fue enviado a juicio.
En la etapa de juicio se conoció que Saca había decidido confesar a cambio de una condena baja. Eso es conocido en la jerga jurídica como procedimiento abreviado.
Y al final confesó: mientras fue presidente se robó varios millones de dólares para beneficio personal, de su familia y de sus amigos. Detalló que utilizó testaferros entre los que estaban el expresentador televisivo, Jorge Hernández, y el contador Irving Pavel Tóchez.
Después de confesar sus delitos, el expresidente Saca fue condenado a 10 años de prisión: cinco por lavado de dinero y cinco por peculado.