Mario Huezo fue condenado a 50 años de prisión por el asesinato de su compañera de vida, la periodista Karla Turcios. Además, el Juzgado Especializado de Instrucción para una Vida Libre de Violencia y Discriminación contra la Mujer estableció una responsabilidad civil por $40 mil.
El juzgado valoró las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR), entre las que destacan exámenes de ADN, videos y la declaración de varios testigos.
Minutos antes de escuchar la sentencia, Mario Huezo habló con los periodistas. Volvió a repetir que es inocente, que no asesinó a su compañera de vida Karla Turcios.
“Lo único que podría callarme es que me maten, de ahí siempre voy a jurar y asegurar que no he sido yo”, dijo a los reporteros.
Al final de la lectura del fallo, Mario Huezo indicó que la jueza no había tomado en cuenta algunas pruebas como el ADN encontrado en las uñas de Karla Turcios.
“No se tomó nunca en cuenta el hecho que Karla pudo haberse defendido. Se encontró residuos de ADN en sus uñas… y no es parecido al mío, no soy yo el que estuve con ella en los últimos momentos”.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), Mario Huezo asfixió a su compañera de vida cuando intentaba dormir, por lo que no opuso resistencia.
Tras cometer el crimen, el imputado introdujo el cuerpo de Karla Turcios en su vehículo y condujo con este hasta Santa Rosa Guachipilín donde lo abandonó.
Lo que acaparó la atención del Ministerio Público fue que posterior a la muerte de Turcios, Mario Huezo brindó una serie de entrevistas, algo inusual en este tipo de hechos. Lo que hizo sospechar que él había asesinado a su compañera de vida.
Además, la Fiscalía reveló que Huezo no contaba con un trabajo y que la única que aportaba al hogar era la periodista. Huezo sin embargo se la pasaba en redes sociales, chateando y en videojuegos.
Luego de realizar varias investigaciones, la Fiscalía determinó que Mario Huezo asesinó a su compañera de vida por misoginia, es decir él sentía odio hacia ella por su condición de ser mujer.