La representante en funciones de las Naciones Unidas en El Salvador, Georgiana Braga-Orillard, dijo este miércoles que los niveles de violencia sexual que enfrentan las niñas y adolescentes en el país centroamericano es «altísimo».
De acuerdo con Braga-Orillard, la Fiscalía salvadoreña registró en 2018 un total de 4.197 denuncias por delitos sexuales en 2018, lo que representa una media diaria de más de 11 crímenes.
«En un año más de 4.000 violaciones que fueron registradas por la Fiscalía, esto es altísimo y tenemos que trabajar en esto», sostuvo la funcionaria de la ONU.
Añadió que la situación de violencia contra las menores de edad es «bastante difícil» y que el país debe trabajar principalmente en las áreas de «empoderamiento de las niñas, educación, prevención del embarazo temprano y no deseado».
Los delitos sexuales contra las niñas representan el 61 % de los casos de este tipo denunciados en 2018 y el 67 % de los crímenes cometidos en general contra las mujeres.
Según cifras oficiales, el 5,4 % de las niñas entre 1 y 15 años de edad no asisten a la escuela.
De acuerdo con la ministra de Educación, Karla de Varela, entre las razones para la deserción escolar de las niñas se encuentran la violencia por «disputa de territorios» entre las pandillas, falta de recursos económicos y el cuido de sus hermanos en el hogar.
Datos de la Policía Nacional Civil (PNC) señalan que durante el primer semestre del 2019 fueron asesinados 133 menores de edad, de los que el 13,5 % fueron niñas.
En el mismo lapso de 2018 se registraron 158 asesinatos de menores de edad y las muertes violentas de niñas representó el 12 %.
Los homicidios contra la niñez y adolescencia desde al año 2014 suman 2.359, de las que 254 víctimas fueron féminas y representaron el 10,76 % de las muertes violentas de menores de edad.
Las declaraciones se dieron en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Niña en un evento en el que estudiantes conversaron con mujeres destacadas en la política, deportes y artes en El Salvador.
Amnistía Internacional (AI) considera a El Salvador uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres por los índices de feminicidios y los altos niveles de violencia sexual que enfrentan.