La Cadena de Restaurantes Mister Donut denunció al presidente Nayib Bukele y al ministro de Trabajo, Rolando Castro, por acoso y actos ilegales.
El acoso ha sido constante. En una semana, Mister Donut recibió más de 60 inspecciones, no solo del ministerio de Trabajo, sino también de Salud y Hacienda.
El pasado 1 de octubre empleados del Ministerio de Trabajo cerraron dos restaurantes de la cadena Mister Donut. El jueves 3 cerraron otros dos, con lo cual suma cuatro restaurantes cerrados.
Según representantes de Mister Donut, el cierre de los restaurantes se hizo “de manera ilegal”, pues el único argumento que utilizaron fue que existía un riesgo para las personas por la ubicación de los tanques de gas (propiedad de Tropigas S.A. de C.V.).
“No hay sustento legal para el cierre de los restaurantes, pues no existe violación alguna a normativas técnicas que establezcan la posibilidad de un riesgo para nuestros colaboradores o el público en general”, informó Mister Donut.
La cadena de restaurantes detalló que tiene 952 empleados. De ellos, 800 son mujeres, muchas son madres solteras. Hasta el momento, con el cierre de los restaurantes, 70 mujeres se han quedado sin trabajo. Eso violenta los derechos laborales y las leyes que protegen a la mujer.
“El Ministerio de Trabajo no ha respetado el derecho de defensa y contradicción de Mister Donut. No le ha dado el derecho de contradecir lo establecido por los inspectores del Ministerio de Trabajo, emitiendo resoluciones precarias en lugar de los hechos sin tomar en consideración elemento de defensa alguno”.
Para Mister Donut, todas estas acciones forman parte de una campaña coordinada desde la presidencia de la República.
El representante legal de la cadena de restaurantes, Fito Salume, ha criticado al ahora ministro de Trabajo por sus vínculos con pandillas y el crimen organizado, así como por las críticas hechas al presidente Bukele por sus nexos con personas oscuras.
De hecho, en un comunicado Mister Donut señaló que “la utilización del aparataje estatal con la finalidad de vengarse de críticos, rivales políticos y disidentes de las opiniones o acciones del Ejecutivo es uno de los primeros síntomas de una dictadura”.
El círculo oscuro del presidente Bukele
Desde que era alcalde de San Salvador, Nayib Bukele ha estado rodeado de personajes oscuros que han sido relacionados a la corrupción y al crimen organizado. Varias analistas lo han criticado por ese tipo de amistades. Pero las críticas no han caído en gracia al actual mandatario.
Uno de los personajes oscuros es el ministro de Trabajo, Rolando Castro, quien desde que se desempeñaba como jefe de Parques y Jardines de la Alcaldía de San Salvador se le vinculo al prófugo de la justicia Enrique Rais. No solo eso. También, Fundación Transparencia lo acusó de encabezar una red de plazas fantasmas.
Bukele también ha tenido nexos con uno de los personajes más oscuros de la política salvadoreña en las dos últimas décadas: Herbert Saca Vides, fundador y financista de GANA, partido con el que Bukele llegó a la presidencia.
Herbert Saca ha sido señalado como el operador político de los expresidentes Elías Antonio Saca, condenado por robar dinero público, y Mauricio Funes, prófugo de la justicia por corrupción.
Actualmente Herbert Saca es investigado por la Fiscalía General de la República (FGR) por supuestos sobornos a diputados. La prueba son unos audios publicados por revista Factum (https://www.revistafactum.com/funes-maletin-negro-audios/) en donde se escucha al expresidente Funes decir a Miguel Menéndez que “Herbert Saca es un hombre que una vez termine el gobierno, y yo deje de darle el dinero para que compre a los diputados, va a cambiar su actitud… Deje a Herbert manejar las fracciones, y yo sé que Herbert se queda con 150 o 200 mil dólares. Que se quede. ¿Qué vamos hacer?”.
Recientemente se ha visto al presidente Bukele sentado en la misma mesa con Herbert Saca. El periódico El Faro publicó una fotografía (https://elfaro.net/es/201909/el_salvador/23620/La-fiesta-de-los-amigos-menos-conocidos-del-presidente-Bukele.htm) en donde se observa al presidente Bukele frente a Herbert Saca. Están entre amigos, en una fiesta privada.
La fiesta, según El Faro, fue en una casa de los hermanos Orozco, personajes oscuros que han estado relacionados a Herbert Saca y han sido financistas de Nayib Bukele.
El supuesto financista de Bukele
Aparentemente, Nayib Bukele está actuando según lineamientos de su principal financista José Luis Merino, uno de los máximos dirigentes del FMLN y de Alba Petróleos, quien es investigado por los Estados Unidos por sus presuntos nexos con el crimen organizado.
De acuerdo con un reportaje publicado por la Revista Factum (https://www.revistafactum.com/nayib-bukele-prestamos-alba/), entre el 1 de febrero y el 24 de octubre de 2013, una empresa vinculada a Alba Petróleos emitió ocho cheques desde una cuenta del Banco Promérica a favor de Nayib Bukele.
El pasado 31 de mayo, la Fiscalía General de la República (FGR) allanó las oficinas de Alba Petróleos y 26 empresas relacionadas a presunto lavado de dinero.
En agosto de 2018, congresistas estadounidenses pidieron al presidente Donald Trump sancionar a José Luis Merino con la Ley Magnitsky por su presunta vinculación con corrupción y crimen organizado.
Incluso, los congresistas le enviaron a Trump un documento en el que había una descripción sobre las actividades de José Luis Merino. El informe decía lo siguiente: “José Luis Merino es un alto miembro del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y actual viceministro de Relaciones Exteriores para el gobierno de El Salvador. Él y Enrique Rais son copropietarios de la empresa de gestión de residuos, MIDES S.A. de C.V, actualmente atrapada en una disputa multimillonaria”, dice el documento que los congresistas estadounidenses le enviaron a Donald Trump.
Luego agregaba: “Se cree que Merino tiene vínculos con organizaciones criminales transnacionales. En 2008, funcionarios colombianos informaron que los correos electrónicos en la computadora portátil del comandante asesinado de las FARC, Raúl Reyes, vincularon a Merino a una red de tráfico de armas”.