El nuevo embajador de Estados Unidos en El Salvador, Ronald Douglas Johnson, se comprometió a «escuchar las necesidades, preocupaciones y aspiraciones de los salvadoreños».
Johnson, un coronel retirado, manifestó este miércoles que escuchar a los ciudadanos de este país también le servirá «para entender sus puntos de vista y descubrir más situaciones en las que la relación entre ambos países pueda contribuir a mejorar sus vidas».
«Los salvadoreños merecen la oportunidad de cumplir sus sueños en su tierra y creo que podemos lograrlo, trabajando juntos (…) mis metas incluyen promover el fortalecimiento institucional, combatir la corrupción y apoyar la creación de oportunidades económicas para todos», expresó.
El diplomático llegó este miércoles al aeropuerto internacional Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez a las 11.45 hora local (17.45 GMT) y, posteriormente, brindó unas «breves» declaraciones a la prensa local e internacional.
Johnson sustituirá a Jean Manes que concluyó su misión el pasado 31 de julio y fue nominada por el expresidente Barack Obama el 21 de octubre de 2015 y confirmada por el Senado el 9 de diciembre de 2015.
El pasado 27 de junio el Senado de Estados Unidos confirmó al coronel retirado como embajador en El Salvador, según lo informó la representación diplomática en la nación centroamericana.
Johnson lleva más de 30 años al servicio del Gobierno de su país y su carrera comenzó como oficial del Ejército, del que se retiró con el grado de coronel en 1998, según la Embajada norteamericana.
El coronel retirado, que también ha formado parte de la «comunidad de inteligencia» estadounidense, se desempeñaba como enlace de ciencia y tecnología entre la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos en Tampa, Florida.
Johnson se convertirá en el primer embajador estadounidense en El Salvador en los últimos años en no ser un diplomático de carrera como Manes o su predecesora Mari Carmen Aponte.
El nuevo embajador llega a El Salvador en momentos en que el presidente del país, Nayib Bukele, quien asumió el Ejecutivo el pasado 1 de junio, sostiene una cercana relación con el país norteamericano tras las tensiones generadas por la política contra la migración irregular de Donald Trump y la apertura de relaciones diplomáticas entre la nación centroamericana y China.