Agentes de la Policía hondureña detuvieron este jueves al pandillero salvadoreño José Guadalupe Vides, buscado en su país por varios delitos e incluido en la lista de los 100 fugitivos más buscados de El Salvador.
La Policía hondureña indicó en un boletín que Vides, conocido con el alías «Chepe Vides», fue capturado la ciudad de El Progreso, departamento de Yoro, norte del país.
El acusado, miembro de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), fue detenido por agentes del Centro Antipandillas Transnacional de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Vides ingresó a Honduras en fecha no precisada de manera ilegal, huyendo de su país, donde es acusado por los delitos de «femicidio agravado, conspiración, robo agravado y asociaciones delictivas», señaló.
Las autoridades de El Salvador han catalogado al acusado, que presentó documentos falsos de Guatemala, como uno de las 100 personas más buscadas de ese país, agregó la Policía.
El salvadoreño está bajo custodia del organismo de seguridad de Honduras, cuyas autoridades han iniciado los trámites para la entrega del pandillero a sus homólogas de El Salvador, según la información policial.
El Salvador, al igual que Honduras, es asediado por las pandillas Salvatrucha y Mara 18, que son señaladas por cometer la mayoría de homicidios por la disputa de territorios para el narcotráfico al menudeo y el cobro de extorsiones.
Amnistía Internacional (AI) considera a El Salvador uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres, ya que solo en 2016 y 2017 registró tasas de feminicidio de 16 y 12 por cada 100.000 habitantes, respectivamente, por encima de lo considerado a nivel internacional como una epidemia.
Entre el 1 de enero hasta el 13 de mayo del año en curso, última actualización de datos, al menos 120 mujeres fueron asesinadas en El Salvador, en circunstancias que no fueron especificadas, según la Policía Nacional Civil (PNC).
Estas bandas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.
