Tres fallecidos y una veintena de heridos fueron las víctimas de la explosión de gas en la calle al Volcán, en Mejicanos; hasta el momento no está confirmado pero la versión más extendida es que los propietarios del establecimiento, que tiene más de quince años estar abierto, trasegaban gas y el gas se fue acumulando tanto hasta que nada más hizo falta una chispa, un poco de calor, algo que provocara la tragedia. El establecimiento necesitaba permisos del Ministerio de Economía y de la alcaldía de la localidad para funcionar, pero las mismas autoridades reconocieron que no los tenía, tampoco el Cuerpo de Bomberos llegó a inspeccionar si existían las condiciones mínimas de seguridad para el funcionamiento.
El pasajero
Soy Juan Carlos Ramírez, tengo 50 años de edad, viajaba en el microbús de la ruta 23 a trabajar, me senté en los asientos de en medio, escuché una explosión ensordecedora y volé como un objeto livianísimo, pensé que había sido una bomba, la gente gritaba, lloraba, nervios por todos lados, una esquirla me abrió un hueco cerca de la vena yugular, en el cuello, por instinto corrí a la Unidad de Salud de la Zacamil a pedir auxilio, me cosieron y pronto me despacharon porque había mucho pacientes mucho más graves que yo.
La ama de casa
Soy Michelle Pérez y a las ocho de la mañana voy al mercado todos los días a comprar pero hoy me atrasé un poco, qué sé yo, quizá por pereza, quizá porque es viernes, la cosa es que salí quince minutos después de lo habitual, caminaba el laberíntico paisaje de la Zacamil y escuché la explosión ¡qué feo! quedé sorda un momento con el estruendo ¿qué pasó? una muchacha venía pasando y dijo que quizá era un transformador el que había explotado, al rato apareció mi papá bien asustado ¿estás bien? y salimos a la calle al Volcán y encontramos a todo el mundo con sus celulares grabando, hablando de lo que acababa de haber pasado y llevaban a la gente ensangrentada. Vi que del microbús sacaron a un muchacho bien herido.
El padre de la víctima
“Quiero ponerme a verga”, dice un anciano sentado con los ojos rojos de tanto llorar, sostiene en la mano un pequeño celular sin cámara, insiste en observar el suelo lleno de hojas y plástico y bolsas, unos hombres lo cuidan sin decir nada de su llanto, sin abrazarlo, como si el luto debiera llevarlo cada uno por su cuenta, a lo macho como en las películas mexicanas de los años 50, “me voy a quedar solo”, insiste el anciano y uno de los hombres se sienta a su lado y le echa el brazo sobre el hombro fraternamente, ahora sí, le sugiere que a lo mejor llegó el momento de hipotecar las escrituras del terrenito, pero no, el anciano frunce el entrecejo y lo mira a los ojos y no, no puede hacer eso, ya verá cómo consigue dinero pero no, el terreno no lo puede perder, es de la familia, no se puede perder, “el dinero déjamelo a mí”, responde, el hombre que abraza al anciano es el hermano de Ester Carolina Peña Hernández y el anciano es el padre de Ester Carolina, ella es una de las vendedoras de chocolates cuyo cuerpo quedó tendido en la salida del microbús de la ruta 23 que iba pasando justo cuando la gasera de la Zacamil explotó, vendía dulces en el transporte colectivo, “a saber qué estaban haciendo y explotó la babosada”, dice enojado y llorando el hermano de la víctima.
El Bombero
A las 8 y 29 de la mañana llamaron a la estación de Bomberos, sobre la Alameda Juan Pablo II, que había una emergencia en la colonia Zacamil, calle al Volcán, llegamos y encontramos un escenario bastante complejo con vehículos torcidos, la vivienda de dos plantas bastante dañada, fue tan fuerte la deflagración de gas (explosión) que dañó todo, ¿que qué provocó la explosión? quizá un descuido, quizá estaban manipulando, quizá trasegando, estamos buscando la fuente de ignición, sabemos que fue una acumulación de gas y solo una chispa fue suficiente para provocar la explosión, quizá el tomacorriente, o a lo mejor lo caliente del vehículo que estaba adentro, es que la acumulación de gas fue bastante grande, cuando el gas sale del interior de un contenedor sale 250 veces más fuerte, es decir, si por ejemplo sale el gas de uno de cien libras afuera será 250 veces y al darse la combustión genera onda expansiva, ¿qué si tenía permiso la gasera para vender? es una combinación de varios permisos; Bomberos solo hace una inspección anual para determinar las normas mínimas de seguridad y da el aval y con ese aval se hace el procedimiento legal para poder abrir la venta de gas, el aval final lo da el Ministerio de Economía y la alcaldía, ¿qué si inspeccionamos este año? no tenemos registros de inspección en este año en este lugar, soy el teniente Salvador Galdámez.
La abuela
Después de lavar me siento en el sillón a ver Viva La Mañana, el sillón está cerca de la ventana y el televisor a un lado de la ventana del apartamento, ubicado en la segunda planta, en el que vivo con mi familia, esta mañana me senté como todos los días, vi un rato la televisión y todo se me vino encima ¡Dios mío, qué es esto! ni en el terremoto se me vino todo, las ventanas volaron y me cayeron algunos güistes, el techo se rajó y se cayó y se pasó llevando las losetas, me tiré a la cocina que está en la misma estancia que la sala, me tiré a llorar en el piso, toqué la puerta de Karla Jazmín que estaba dormida y la llamé, me aturdí tanto, pensé que era una bomba, me empezó a doler la cabeza, padezco de presión alta, no hallé las pastillas por ningún lado, corrí a pedirle a los vecinos una pastilla, tengo cicatrices rojas en el pecho y en los brazos, soy Dora Alicia Chávez, tengo 59 años de edad.
El tío
Soy Alex Zelaya, soy tío de una niña de 27 días de nacida, Xenia, su madre, la dejó en la cama a un lado de la ventana, le puso a la ventana una cortina gruesa y una toalla para que el sol no pasara pero también para que el fresco de la mañana entrara al cuarto, después salió a la cocina a preparar el desayuno, sirvió los alimentos y explotó, la onda expansiva llegó hasta su apartamento quebrando vidrios y torciendo puertas, corrió al cuarto y la niña estaba llorando con una herida en el cachete y en el antebrazo, la llevó a que la atendieran y después a otra casa de la familia a descansar, estaba muy nerviosa, el niño de dos años también, muy nerviosos, ¿es lógico, no? por suerte estaban puestas la cortina y la toalla, detuvieron las esquirlas.
El fiscal
Soy Max Muñoz, jefe de la Fiscalía de Mejicanos, la gasera no estaba autorizada para vender, fue una sola explosión, hubo mucha liberación de gas que se encontraba concentrado, no hubo fuego, probablemente estaba trasegando gas, será parte de la responsabilidad que tenemos que determinar, también debemos encontrar algún tipo de responsabilidad penal, tenemos tres fallecidos, ocho lesionados, cuantiosos daños, cinco vehículos más con daños, sabemos de parte de la alcaldía que no estaban autorizados para la distribución del gas.
El alcalde
No tienen permiso, estamos en un proceso de verificación de negocios en esta arteria, estamos en el proceso de cierre de otra venta de gas en la colonia Dolores #2, soy Simón Paz, alcalde de Mejicanos.
[cycloneslider id=»danos-en-casas-por-explosion-en-mejicanos-bodega-de-gas»]