El presidente Nayib Bukele ordenó este jueves al director de Centros Penales, Osiris Luna, que levante de forma escalonada los estados de emergencia decretados en los 28 centros penitenciarios del país.
“Los reos podrán recibir sol, ir a talleres, a las granjas penitenciarias y recibir clases. Las comunicaciones al exterior y las visitas permanecerán suspendidas indefinidamente”, explicó Bukele en su mensaje de Twitter.
El estado de emergencia en los 28 reclusorios del país fue instaurado a finales de junio pasado, luego de una serie de agresiones por parte de grupos delictivos, contra elementos de seguridad pública y población civil.
Dichas medidas, que levantaron cuestionamientos de grupos defensores de derechos humanos, incluían que todos los reclusos pasaran en sus celdas las 24 horas del día, sin la posibilidad de recibir la luz del sol y sin ninguna clase de visitas.
Como parte de su anuncio, Bukele anunció que se implementará un programa para que los privados de libertad produzcan sus propios alimentos y así ahorrar al Estado “decenas de millones de dólares”.
El anuncio presidencial fue cerrado con un tweet en el que advirtió de volver a implementar el estado de emergencia en las cárceles, si el índice de homicidios vuelve a aumentar: “El Estado debe cumplir con su deber y el Presidente con su palabra”, manifestó.
El pasado 30 de junio, Bukele afirmó en conferencia de prensa que quería quitar los estados de emergencia en centros penales, pero que tenía claro que los pandilleros emitían desde las cárceles las órdenes para cometer delitos, por lo que la única forma en que quitaría dichas políticas restrictivas de los penales, era que los pandilleros dejaran de atentar contra la población.
Una parte importante de los estados de emergencia han sido la intercepción de una serie de mensajes o “wilas” escritos en pedazos de plástico y papel, que contenían instrucciones sobre delitos para los pandilleros en “la libre”.
El anuncio de Bukele surge luego que en los últimos días, dos jueces de vigilancia penitenciaria revocaran por falta de sustento legal, los estados de emergencia en Cárcel de Mujeres y el Centro Penal La Esperanza (Mariona), los cuales no albergan a miembros de las dos principales pandillas del país.