El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, concluye este viernes su gestión de cinco años con más de 23.000 homicidios, cifra superior en 5.500 a la registrada durante el Gobierno de su antecesor, Mauricio Funes (2009-2014).
De acuerdo con los reportes oficiales, el país registra en lo que va del 2019 un total de 1.333 asesinatos, con los que la cifra durante la administración de Sánchez Cerén llega a 23.024 muertes violentas.
Este dato es superior, a falta del registro de este 31 de mayo, en un 31,38 % a los 17.524 homicidios perpetrados durante el Gobierno de Funes, asilado en Nicaragua y procesado en El Salvador por cargos de corrupción.
El país registró durante la gestión de Sánchez Ceren, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), los dos años más violentos desde que el país tiene registros fiables (1999) con 6.656 asesinatos en 2015 y 5.280 en 2016.
Con estas cifras de homicidios el país llegó a 103 y 81,7 muertes violentas por cada 100.000 habitantes en 2015 y 2016, respectivamente.
Según las autoridades de seguridad, el país experimentó estas cifras de asesinatos a consecuencia de la ruptura de una tregua entre las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 impulsada por Funes.
Entre las crisis de seguridad que el país enfrentó en 2015 se encuentra la matanza de 14 presidiarios en la cárcel de Quezaltepeque (oeste) en agosto y un paro del transporte público generado en julio mediante el asesinato de chóferes y ataques armados, ambas atribuidas a las pandillas.
El hecho más violento del año 2016 se registró en marzo, cuando miembros del Barrio 18 asesinaron a 11 trabajadores en una zona despoblada en la localidad de San Juan Opico (noroeste).
Esta masacre y una tendencia al alza de los homicidios llevó al Ejecutivo de Sánchez Cerén a implementar una serie de medidas extraordinarias, que incluían el recrudecimiento del régimen de seguridad en las prisiones y la creación de un comando elite para enfrentar a las pandillas en la zona rural.
Las autoridades atribuyeron a estas medidas la reducción de los asesinatos, que pasaron a una tasa de 60 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2017 y a un índice de 50,3 en el año 2018.
El empresario de publicidad Nayib Bukele, de las derechista Alianza Republicana Nacionalista (GANA), asumirá este sábado la Presidencia de El Salvador y ha prometido bajar los asesinatos en un 29 % al cierre del 2019 y en un 62 % en el año 2021, respecto a los datos de 2018.