El jueves en la noche un grupo de asaltantes golpearon al sacerdote y robaron las pertenencias de la casa parroquial de la iglesia Santa Isabel de Hungría, en el cantón Primavera, de Santa Ana.
El párroco Douglas Herrera fue una de las víctimas de la golpiza. También un seminarista cuyo nombre no ha sido divulgado.
En la página oficial de la iglesia fue publicado el siguiente mensaje: “Habiendo solamente pérdidas materiales. Gracias a Dios. Por favor hermanos rezar por la paz en nuestro país”.
Hasta el momento se desconoce cuáles fueron los objetos robados y la gravedad de los golpes que recibieron los religiosos.
En la madrugada del 18 de mayo fue asesinado el sacerdote Cecilio Pérez, párroco de San José La Majada, Juayúa, Sonsonate. Cerca de su cuerpo los asesinos dejaron un mensaje: “No pagó la renta MS-13”.
Un par de días después el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, rechazó la idea que el crimen fue consecuencia de negarse a pagar extorsión. Dijo que el mensaje, más bien, le parecía un intento de desviar la atención.