Mauricio Antonio Arriaza Chicas será el nuevo director de la Policía Nacional Civil (PNC), en sustitución de Howard Cotto.
El presidente Nayib Bukele lo nombrará a él, junto a otros funcionarios, probablemente este lunes 3 de junio.
Arriaza Chicas es militar de formación. Se graduó de cadete en la Escuela Militar. Durante tres años estudió seguridad pública en la Escuela de Carabineros de Chile. Fue subteniente de la extinta Policía Nacional. De acuerdo con el Acuerdo Número 221, publicado el 12 de mayo de 1994, primero pasó a la situación de reserva en la Fuerza Armada para posteriormente entrar como nuevo miembro a la entonces naciente PNC. Esto lo publicó Héctor Silva Ávalos en su libro Infiltrados, Crónica de la Corrupción en la PNC. Es parte de la generación de Godofredo Miranda, Omar García Funes, Ricardo Menesses, Pedro González, César Baldemar Flores Murillo, Ángel Miguel Barquero Silva, entre otros.
El 24 de abril de 1996 la Fiscalía General de la República ordenó su captura y la de once policías más y los acusó de fraude procesal, es decir, por “viciar y manipular” pruebas para capturar a Nelson Martínez Comandari. Se le atribuyó el haber implantado un fusil al investigado. Al final fue absuelto.
En 1995 siguiente fue acusado de también haber manipulado las investigaciones del asesinato de la locutora de radio Lorena Saravia.
En 1997 se le vinculó con la compra de un testigo que incriminó a Miguel Ángel Pozo Aparicio, el fallecido narcotraficante que fue condenado por ordenar el asesinato de tres mujeres y cuatro niños en el reparto Valle Nuevo, de Ilopango, San Salvador.
En junio del año 2000 fue despedido de la PNC. En una entrevista con El Diario de Hoy, publicada el 19 de abril de 2004, contó: “Después busqué trabajo en seguridad pública y no lo encontré, porque se había creado una imagen negativa, de desprestigio, la gente tenía temor, tenía miedo, no encontré empleo”. No le quedó más remedio que migrar a Estados Unidos a trabajar “como cualquier salvadoreño”.
Tres años después volvió a El Salvador, luego que la Corte Suprema de Justicia invalidó los procesos internos que la PNC había seguido en su contra y que derivaron en su destitución. Al volver se reincorporó a la institución y fue designado en la jefatura de Santa Tecla.
El 31 de enero de 2014 él y un grupo de sus familiares sufrieron un atentado afuera de una residencial en San Juan Opico, La Libertad. Los sujetos que le dispararon viajaban en un vehículo.
El 25 de junio de 2015, cuando era jefe de la Región Metropolitana, fue denunciado en el Tribunal de Ética Gubernamental por supuestos actos de nepotismo. La denuncia la presentó Carlos Mauricio Romero López y dice que Arriaza Chicas se valió de su cargo para conseguir empleos dentro de la PNC a su hijo Ronald Walter Arriaza Morales, a su esposa Claudia Lorena Figueroa de Arriaza, y a “varios sobrinos”.
En el historial del Centro Nacional de Registros (CNR), Arriaza Chicas aparece como el representante legal de la sociedad Sistemas Avanzados de Seguridad, SA de CV, empresa que se dedica a la importación y exportación de armas de fuego, municiones, consultorías, diagnósticos, entre otros.