El Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) pidió este jueves atención para los casos de suicidios de mujeres por embarazos «forzados» en El Salvador, principalmente a raíz de violaciones de pandilleros.
El Unfpa publicó un documento «¿Sin opciones? Muertes maternas por suicidio», en el que se presentan las historias de 16 adolescentes y mujeres jóvenes que decidieron suicidarse tras sufrir abusos sexuales y quedar embarazadas.
El representante del Unfpa en territorio salvadoreño, Hugo González, aseguró a Acan-Efe que con dicha publicación buscan «poner de manifiesto la situación, las causas que están atrás y el entorno en el que se da».
«Es una lamentable situación», señaló González, quien destacó que en este tipo de casos se registran «situaciones de incesto, de abuso» con un «embarazo no deseado como factor precipitante del suicidio».
Llamó a las autoridades y a la población salvadoreña a «favorecer entornos de confianza en las familias» para «evitar situaciones de acoso, de abuso».
«Si es un embarazo como resultado de un incesto o de un abuso sexual, que tengan la opción de decidir estas jóvenes, dadas esas situaciones, continuar con el embarazo», acotó González.
Entre las historias expuestas en el documento se encuentra la de «Sandra», una adolescente de 15 años de edad que se suicidó en febrero de 2012 al ingerir veneno.
La menor de edad fue violada durante dos años y medio por los miembros de una pandilla de la zona en que vivía, en el departamento de Santa Ana (noroeste), y tratada como «esclava».
«Sandra» tenía 9 meses de embarazo y un mes de vivir en la casa del líder de la pandilla, para quien recogía el dinero que la estructura exigía bajo amenazas de muerte, cuando ingirió un insecticida y falleció en un hospital.
La organización Colectivo Feminista para el Desarrollo Local de El Salvador denunció desde septiembre de 2017 una «grave» situación de suicidios de niñas por embarazos «impuestos».
Datos del Instituto de Medicina Legal de El Salvador refieren que entre 2013 y 2018 se suicidaron 562 mujeres de diferentes edades, de las que el 3 % decidió quitarse la vida por un «embarazo no deseado».
Amnistía Internacional (AI) considera a El Salvador uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres por los índices de epidemia de feminicidios y los altos niveles de violencia sexual que enfrentan.