El pastor del Tarbenáculo de Avivamiento Internacional (TAI), Carlos Rivas, fue capturado este jueves por el delito de conducción peligrosa luego que una patrulla del Sistema de Emergencias 911 de la Policía Nacional Civil (PNC) lo detuviera cuando conducía en estado de ebriedad.
Según el informe policial, el líder religioso fue detenido cuando conducía su vehículo sobre la intersección del pasaje Las Arboledas y Boulevard Constitución, en la colonia Miranda de San Salvador, informaron fuentes del 911 de la PNC.
Rivas se negó a realizarse la prueba de alcoholemia, por lo que fue detenido, ya que el parte policial indica que se encontraba en “evidente estado de ebriedad”.
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El pastor Carlos Rivas fue detenido el 20 de 2015 tras ser acusado por una mujer por los delitos de violación, amenazas, daños y expresiones de violencia contra la mujer.
El hecho ocurrió en un motel ubicado a la entrada de Santa Elena, Antiguo Cuscatlán, donde decenas de periodistas llegaron de inmediato y comenzaron a informar a través de las redes sociales.
Fuentes policiales informaron que a las 4:45 de la tarde recibieron una llamada de la mujer quien informó había sido agredida por el religioso.
Minutos después agentes de la Policía intervinieron y Rivas fue trasladado hacia la delegación de Santa Tecla. La mujer se presentó a la delegación a presentar cargos por maltrato físico y amenazas.
De acuerdo con la versión de uno de los vigilantes del motel, el pastor Rivas agredió físicamente a la mujer. “Estaba histérica y le pidió que llamáramos a la Policía”, comentó.A las nueve de la noche, dos fiscales de la unidad de Delitos Relativos a la Niñez y la Adolescencia y la Mujer llegaron a la delegación de Santa Tecla para tomar la declaración de la víctima. El interrogatorio duró casi una hora. Después presentaron la acusación en un tribunal de justicia.
Posteriormente, el 25 de marzo de ese mismo año, el juez José Palma del juzgado de Paz de Antiguo Cuscatlán, decretó instrucción formal con medidas sustitutivas al pastor Carlos Rivas por delitos de violación, amenazas y expresiones de violencia contra la mujer. El religioso pagó $5 mil dólares en concepto de fianza.