Interpol ha girado una segunda orden de captura con difusión roja contra el exfuncionario de la basura, Enrique Rais, esta vez por el caso “Corruptela”, en el que se le acusa de encabezar una red de venta de justicia a cambio de dádivas al interior de la Fiscalía General de la República que dirigió Luis Martínez., según confirmaron fuentes policiales a Diario 1.
Según las fuentes, el juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador fue notificado por Interpol de la publicación de la difusión roja que fue solicitada el pasado 4 de febrero. Asimismo, fuentes judiciales confirmaron a Diario 1 que ya fue librado el oficio en el que se solicitó la orden de captura ordenada al concluir la audiencia inicial, a finales de octubre de 2018.
De acuerdo con investigaciones de la Fiscalía, Rais figura dentro de una serie de personajes que habrían sobornado al exfiscal Luis Martínez para que no fuera investigado por varios casos en los que estaba implicados.
Rais recibió protección de la Fiscalía durante la administración de Martínez, principalmente en otro caso en el que se le acusa de liderar una red de corrupción judicial que fabricaba pruebas para incriminar a enemigos empresariales.
Esto, pese a que el Centro de Escuchas de la Fiscalía interceptó una serie de llamadas telefónicas en las que Rais coordinaba con uno de sus abogados el armado de peritajes psicológicos y otra serie de pruebas. Las investigaciones en contra del exempresarion fueron detenidas por orden del entonces fiscal Luis Martínez.
Martínez además procuró que se persiguiera legalmente a enemigos de Rais como Mario Calderón, Claudia Herrera y los empresarios canadienses Franco Pacetti y Matteo Pasquale, con quienes mantiene un litigio por el control de la empresa Manejo Integral de Desechos Sólidos (MIDES).
En el caso “Corruptela”, Rais está señalado por el delito de cohecho activo (dar sobornos) en perjuicio de la administración pública. La Fiscalía sostiene que Martínez y su séquito de colaboradores contratados en a través de consultorías fantasmas, percibieron más de $1.5 millones en sobornos.
Este mismo caso también implica al expresidente Mauricio Funes, acusado del mismo delito y que habría pagado para que la Fiscalía no investigara casos como las irregularidades ocurridas en la construcción de la presa El Chaparral, la tregua entre pandillas en 2012 y la divulgación de un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) recabado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y que señala al expresidente Francisco Flores en el desvío de millonarios donativos del gobierno de Taiwán.
Por esto mismo, el juez Rigoberto Chicas del Juzgado Cuarto de Instrucción también solicitó una difusión roja contra Funes. Empero, el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, expresó a finales de febrero que la Interpol la había negado, aduciendo tecnicismos relacionados con su asilo en Nicaragua por el gobierno de Daniel Ortega desde septiembre de 2016.
Por su parte el exfiscal Luis Martínez, quien guarda prisión en el penal de Mariona desde 2017, acumula en este proceso 10 delitos, entre ellos lavado de dinero. El Ministerio Público sostiene que con los sobornos de Rais y Funes, se pagaron remodelaciones de la vivienda del entonces funcionario en Nuevo Cuscatlán, blindaje de una camioneta de lujo, pago de recibos de telefonía y unos viáticos irregulares con los que el exfiscal y su séquito compraban artículos lujosos.
La solicitud de la difusión roja por parte del Juzgado Cuarto de Instrucción también abarca al sobrino de Enrique Rais, Hugo Blanco Rais, así como para Aldo Vinicio Parducci, Francisco José Paredes Valladares y Edgar Isaías Marquez.
El sobrino de Rais encara el delito de cohecho activo; en tanto que Aldo Parducci es acusado de cohecho activo y falsedad ideológica. Por su parte, Francisco Paredes es procesado por omisión de investigación, falsedad documental agravada y privación de libertad por funcionario o empleado público.
Enrique Rais y su cruzada para evadir la justicia
Esta es la segunda difusión roja contra Enrique Rais. En febrero de 2018, Interpol giró la primera orden contra el exempresario por el caso en el que se le señala de encabezar una red de corrupción judicial. En este proceso se le imputan los delitos de cohecho activo, falsedad ideológica y fraude procesal,
Rais se encuentra prófugo de la justicia desde enero de 2017, luego que no atendiera una orden judicial de regresar a prisión dictada por una Cámara que anuló las medidas sustitutivas dictadas por un Juzgado de Paz en Agosto de 2016. Se presume que se oculta en Suiza, país del que es ciudadano y que no tiene un tratado de extradición con El Salvador.
El pasado 24 de enero, el Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador estableció que dicho entramado de corrupción judicial encabezado por Rais era en realidad una red de crimen organizado, debidamente estratificada.
Debido al calificativo de “estructura de crimen organizado” que el Tribunal Primero de Sentencia le otorgó a la estructura al servicio de Rais, dicha instancia se declaró incompetente de seguir conociendo el caso, por lo que se decidió enviar el caso al Juzgado Especial de Sentencia de San Salvador, un juzgado que ventila casos relacionados con estructuras de narcotráfico y otras formas de crimen organizado.
Con sendas difusiones rojas, Interpol tiene potestad para localizar y apresar a Rais en 192 países. De la misma forma es uno de los 100 criminales más buscados por la PNC.
Debido a estos proceso legales, los abogados de Enrique Rais han tirado de una serie de subterfugios legales para lograr que su cliente ya no encare la justicia y hasta han mencionado que el exempresario está dispuesto a atender el llamado de la justicia, pero no puede por las difusiones rojas que pesan en su contra.
Por su parte, el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, denunció a finales de enero que personero de Rais lo están amenazando y extorsionando para que la comuna capitalina retome el contrato de manejo de desechos sólidos que tenía con la empresa MIDES.
Muyshondt afirmó que además de abogados, Rais se ha valido de sitios web que se hacen pasar por medios de comunicación, en los que se publican notas falsas y difamatorias contra los enemigos del exempresario. De la misma forma, perfiles falsos y «trolles» en redes sociales se han dedicado a atacar los medios que difunden información contraria a los intereses de su patrón.