Un grupo de 13 miembros de la pandilla Barrio 18 fueron condenados por tres homicidios y agrupaciones ilícitas en El Salvador, por lo que deberán pasar entre 7 y 64 años en prisión, informó la Fiscalía General de la República (FGR).
La fuente indicó que estas personas son miembros de dos células de la referida pandilla que operan en la localidad de Izalco y perpetraron las muertes violentas entre 2014 y 2016.
El Ministerio Público identificó a las víctimas como Noé Roberto Polanco, Juan Alberto Mendoza y Saúl Enrique Barahona Funes.
Señaló que la condena de 64 años de prisión, 20 años por cada homicidio y 4 años por agrupaciones ilícitas, la recibieron Robín Saúl Alemán Rodríguez, alias «Chimirrín», y Wilber Ernesto Hernández Lazo.
El resto de miembros de la estructura fueron condenados a penas de entre 7 y 18 años de cárcel, incluidos algunos a los que se les sumó el cargo de conspiración para cometer homicidio.
La nación centroamericana es asediada por las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), las fracciones Sureños y Revolucionarios del Barrio 18 y otras minoritarias que poseen más de 600 células en todo el país y que tienen como principales fuentes de ingresos la extorsión y el narcotráfico al menudeo.
El Gobierno atribuye a las «maras» los índices de violencia de entre 103 y 50,3 homicidios por cada 100.000 habitantes registrados entre 2015 y 2018, cifras que ponen al país como uno de los más violentos del mundo.
Estas bandas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a diferentes planes de seguridad de encarcelamiento masivo, confrontación directa y dialogo de los últimos cuatro gobiernos.
Según los analistas, las pandillas son uno de los principales problemas que el presidente electo, Nayib Bukele, deberá enfrentar tras tomar el poder el 1 de junio, dado que amenazan sus proyectos sociales