El Juzgado de Paz de Pasaquina ordenó este martes ordenó instrucción formal y prisión preventiva al costarricense Sidar Alberto Solis Monje, conductor de una empresa de transporte internacional de pasajeros, por transportar más de 4 kilogramos de cocaína, valorados en $112,845 dólares, informó la Fiscalía General de la República (FGR).
Solis Monje fue capturado el pasado 1 de febrero en la frontera El Amatillo, que conecta a El Salvador con Honduras, donde intentó quemar el autobús que conducía y en el que llevaba la droga oculta, explicó el Ministerio Público.
La Fiscalía señaló que el costarricense trató de deshacerse de la droga luego que agentes de la División Antinarcóticos (DAN) de la Policía Nacional Civil (PNC) le indicaran que registrarían el autobús, que viajaba a San Salvador procedente de Costa Rica.
El conductor es procesado por el delito de tráfico de drogas y permanecer en la cárcel mientras continúa el proceso penal en su contra, añadió la fuente.
En lo que va de 2019, la División de Antinarcóticos ha incautado más de 222 kilogramos de diferentes tipos de droga que tienen un valor económico de más 504.092 dólares, de acuerdo con el cuerpo de seguridad.
Además, fueran detenidas al menos 280 personas relacionadas a diferentes delitos relativos a las drogas.
En 2018, fueron decomisadas más de quince toneladas de droga, principalmente cocaína, con un valor económico que supera, según la Policía, los 347 millones de dólares.
Según datos de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), las prisiones del país centroamericano albergan a 562 extranjeros, de los que 416 son centroamericanos, 51 colombianos, 41 ecuatorianos, 22 mexicanos, 12 estadounidenses, mientras que los 20 restantes tienen nacionalidades no precisadas.
La mayoría de estas personas, principalmente los suramericanos, han sido detenidos durante operativos de la Fuerza Naval en las aguas salvadoreñas del Pacífico con cargamentos de droga.
Según un informe del Gobierno de Estados Unidos sobre narcotráfico en el mundo, el 90 por ciento de la cocaína que llegó en el 2016 a ese país, el mayor consumidor del alcaloide en el planeta, pasó por el corredor centroamericano.