Un pandillero murió y dos fueron detenidos este martes tras atacar a policías en hacienda Tres Potrillos, del cantón El Papalón, municipio de San Miguel, departamento de San Miguel.
Según la Policía Nacional Civil (PNC), los agentes, miembros de la Unidad Táctica Especializada Policial (UTEP) -conocidos como Jaguares-, realizaban un patrullaje en la zona cuando localizaron un campamento de la pandilla MS.
Al verse descubiertos, los malhechores atacaron a balazos a los policías, quienes respondieron al ataque.
Los efectivos de la UTEP señalaron que en el lugar se encontraban unos 8 pandilleros, de los que 5 lograron escapar, en posesión de 129 porciones de marihuana, 18 plantas de la misma hierba, 8 teléfonos móviles y una pistola, material que fue decomisado junto al AK 47.
La Policía Nacional Civil (PNC) explicó que el pandillero muerto aun no fue identificado, mientras que de los dos detenidos no brindó detalles, aunque uno de ellos es, presuntamente, prófugo por delito de homicidio.
Desde que comenzó el año 2019, el cuerpo de seguridad reportó 51 enfrentamientos con miembros de pandillas, con el saldo de 25 «terroristas» muertos, 35 detenidos y el decomiso de 33 armas de fuego, entre ellas 6 fusiles.
En el mismo período de 2018, los enfrentamientos entre efectivos policiales y pandilleros ascendieron a 57, de los que 39 resultaron abatidos a tiros, 27 detenidos y 56 armas confiscadas, de las cuales 7 eran fusiles.
El Gobierno de El Salvador responsabiliza a las «maras» de los altos índices de homicidios de entre 103 y 50,3 por cada 100.000 habitantes entre 2015 y 2018, cifras que ponen a la nación centroamericana como uno de los países más violentos del mundo.
Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.