La viceministra para Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín, pidió hoy a los migrantes que sean «honestos» y que «no armen una leyenda» para justificar su salida del país en caravanas rumbo a Estados Unidos.
«Decirle a la población salvadoreña que es importante cuidar a los niños, que eso también es responsabilidad de ellos y que no se dejen engañar y que no armen una leyenda para justificar su migración, que seamos honestos», dijo la funcionaria en conferencia de prensa.
Magarín puso en duda las razones expuestas ante los medios de comunicación por parte de los migrantes, quienes señalan que salen del país principalmente por la violencia de las pandillas, que sitúa a El Salvador como uno de los países más violentos del mundo, y la falta de trabajo.
«En mi experiencia todos dicen que van por un problema de seguridad», pero al ser deportados «la posición de la gente varía, ya es más un tema económico la variable principal», añadió la funcionaria.
Apuntó que «en el momento que aparezcan personas con necesidades de protección por problemas de inseguridad, que tengan por seguro que los vamos atender, que se les va apoyar y dar la seguridad para que nos les ocurra nada de lo que están sospechando».
Por otra parte, añadió que «no todos van por falta de trabajo» y que entre las razones que dan «hay cosas que son veraces y otras que no lo son, que son leyendas que los mismos coyotes les dicen que argumenten para que puedan ser sujetos de refugio en México y asilo en Estados Unidos».
El domingo pasado, una caravana de salvadoreños salió del país y el martes comenzaron con el proceso de solicitar asilo en México, según Magarín.
Una segunda caravana de más de 600 integrantes salió la mañana de este miércoles de la capital de El Salvador rumbo a Estados Unidos, pese a las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los salvadoreños se sumaron así a la caravana de migrantes formada por unos 7.000 personas que partió el pasado 13 de octubre de San Pedro Sula, Honduras, con dirección a Estados Unidos y gran parte de ella marcha actualmente por México, tras pasar por Guatemala.